Impacto medioambiental del Downstream

El petróleo y el gas que consumimos en vehículos en industrias o incluso en nuestros hogares, son el resultado de diferentes procesos que se agrupan en tres grandes bloques: upstream, que alude al proceso de extracción en yacimientos, midstream, que se refiere al transporte del gas o el petróleo en bruto, y por último downstream, cuando la materia prima se refina. 

¿Qué es el downstream? 

El gas natural y el petróleo son materias primas que a día de hoy están presentes en infinidad de elementos de nuestra vida cotidiana. La gasolina, al igual que el asfalto o productos petroquímicos como los plásticos o fertilizantes, son derivados del petróleo. Del mismo modo, el gas licuado o el gas butano son derivados del gas presente en los yacimientos petrolíferos. 

Para poder obtener todos estos productos es necesario procesar tanto el gas como el petróleo (conocido como crudo en su estado original), y esto, además del transporte, distribución y comercialización de los productos derivados es lo que conocemos como downstream. 

Hablamos por tanto de una fase indispensable, ya que el petróleo crudo tiene aplicaciones muy limitadas y lo que le ofrece un valor añadido es la multitud de procesos a los que somete en la fase de downstream, que terminan por llevarlo a nuestra vida cotidiana ya sea en forma de combustible, de plástico o de tejido (poliéster). 

Todo esto hace que la industria petrolera incluya el downstream en sus procesos. Es decir, una vez extraído el petróleo (y el gas) son las propias compañías las que se encargan de procesarlo y comercializarlo. 

Procesos de Transformación en el Downstream

Tanto el gas como el petróleo son mezclas de hidrocarburos con impurezas. El downstream recurre a diferentes procesos para lograr transformarlos en materiales útiles tanto para la sociedad como para múltiples industrias: 

• Refinerías. El lugar en el que el petróleo se separa y se convierte en un producto consumible es la refinería. A través de un proceso de ingeniería física y química se obtienen diferentes fracciones derivadas del crudo que recibirán tratamientos a partir de los cuales será posible conseguir: queroseno, gasóleo, aceites pesados, parafinas, asfaltos… 

• Petroquímicas. Las plantas petroquímicas permiten extraer otros derivados del petróleo y del gas natural que parten de los obtenidos en refinerías: resinas basadas en metanol (utilizadas para la fabricación de plásticos, gomas, detergentes y lubricantes), poliuretanos (empleados en la fabricación de espumas y plásticos), acetaldehídos (que derivan en perfumes o saborizantes entre otros). 

Impacto medioambiental del downstream 

Podemos considerar indiscutible el hecho de que el consumo de petróleo, desde su extracción hasta su combustión o desecho, tiene un impacto medioambiental muy negativo. 

Si ponemos el foco en la fase de downstream encontramos algunos puntos críticos que pueden resultar especialmente dañinos para el medioambiente: 

• Transporte. El transporte desde refinerías a plantas petroquímicas o a industrias, e incluso puntos de consumo (gasolineras), lleva asociado el riesgo de fugas y accidentes que pueden contaminar cualquier entorno (terrestre o marino). El mejor ejemplo de esta amenaza lo encontramos el desastre medioambiental del Prestige sucedido en 2002.