Con la eficiencia energética menos es más

Eficiencia energética

Cuando hacemos lo mismo (o más) consumiendo menos energía, estamos logrando llevar a la práctica el concepto de eficiencia energética, ahorrando dinero y reduciendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. El hecho de que la factura energética sea uno de los principales gastos en la mayoría de las empresas (puede llegar al 70%) hace que se tomen medidas de evaluación y reducción del consumo. 

La eficiencia energética se produce cuando optimizamos el consumo de energía y lo adecuamos a las necesidades reales de una empresa o un hogar. Con la crisis energética que vivimos a nivel mundial desde hace un par de años, el ahorro de este insumo es clave para mejorar la competitividad y equilibrar la cuenta de resultados, mejorar la imagen corporativa de la empresa y reducir nuestra huella ambiental

Aumentar la eficiencia energética 

Más allá de mitigar emisiones de C02 en línea con lo pactado en el Acuerdo de París de 2015, la Unión Europea también tiene objetivos muy ambiciosos tanto en avance de las energías renovables como en la mejora de la eficiencia energética con una propuesta de aumentarla considerablemente en los próximos años: en 2030 se quiere reducir el consumo energético final en un 11,7%, lo que significaría no superar el consumo  992,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep) en energía primaria y de 763 Mtep en energía final. 

Esto significaría que la UE reduciría su consumo en 2030 en una cantidad equivalente al actual consumo total de energía en España, la cuarta economía de la Unión y uno de sus países más poblados. 

Los objetivos se apoyan en el paquete de medidas “Fit for 55” en la Directiva 2023/1791 de Eficiencia Energética que obligará a pasar de un promedio anual de ahorro energético del del 0,8% entre 2021 y 2023 a un 1,49% entre 2024 y 2030. Esto supone, entre otros impactos, un aumento considerable en la demanda de profesionales especializados en temas energéticos, una actividad encuadrada en el llamado empelo verde. 

Las medidas están centrando en las actividades donde existe un mayor potencial de ahorro energético: industria, sector público, construcción, transporte y el suministro de energía. 

Además, se ha puesto en marcha un sistema uniforme de etiquetado energético en toda la UE. Desde 2021, la etiqueta energética actual con clases energéticas de A+++ a D se está reemplazando gradualmente por una nueva escala más simple de A (más eficiente) a G (menos eficiente). 

¿Cómo se calcula la eficiencia energética? 

Para reducir, primero hay que medir. La Norma ISO 50001 es uno de los principales estándares para medir y calcular la eficiencia energética, aunque también se puede usar el International Performance Measurement and Verification Protocol (IPMVP). 

Esta medición aplicando la ISO 50001 ayuda a las organizaciones a gestionar mejor los aspectos energéticos derivados de su actividad (servicios, instalaciones, productos, etc.) para aumentar el ahorro real y cuantificable del coste energético en las organizaciones. Uno de los aspectos más interesantes de esta norma es que permite detectar la llamada “fuga energética y económica” para poder implementar planes específicos en las áreas más intensivas en el uso de energía. 

Implementar medidas  

Las empresas tienen numerosas formas de mejorar la eficiencia energética, teniendo en cuenta que muchas de ellas no se pueden considerar “gasto”, sino una inversión necesaria con retornos económicos rápidos y tangibles. 

  • Monitorizar los consumos. El primer paso es conocer los consumos reales de energía en cada una de las actividades y departamentos de la empresa, detectando especialmente los “consumos superfluos”. 
  • Eliminar y sustituir. Una vez analizado el consumo, es el momento de reducir el consumo eliminando gastos prescindibles y sustituyendo equipamientos, especialmente los eléctricos y electrónicos, luminarias y vehículos. 
  • Limpia y verde. Como complemento a la reducción del consumo, las empresas pueden sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovable. 

Empresas que dan ejemplo 

Son cientos las empresas que ya están certificadas con la norma ISO 450001 o que trabajan para reducir sus consumos. Algunos ejemplos son: 

AMC Global. La empresa de zumos y bebidas vegetales tiene en marcha el proyecto “AMC Global Feeding de Future” para controlar y medir los procesos, y reducir tanto el consumo de fuentes no renovables como la generación de residuos, vertidos y emisiones. 

Paradores. La cadena pública de hoteles tiene un programa específico para reducir los consumos en sus instalaciones u aumentar el uso de energías renovables. 

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Gracias a su proyecto “Respira” la empresa es capaz de controlar la sensación térmica de los usuarios por medio de Inteligencia Artificial, lo que mejora el uso de los sistemas de calor y frio. 

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