Ser una mejor versión de uno mismo con el coaching

ser la mejor versión de uno mismo

Para entender qué es el coaching, lo lógico sería empezar con una simple definición del concepto. Sin embargo, los mitos que se han generado en el marco de la infoxicación nos obligan a clarificar primero qué no es el coaching. No se trata de una formación, ni está relacionada con el deporte, ni tan siquiera podemos considerarlo una terapia psicológica, ya que quienes se someten al proceso de coaching no son pacientes, sino que son clientes, también llamados coachees.

Qué es coaching

Una vez aclarada esta cuestión, podemos empezar a hablar de lo que sí es el . Para la International Coaching Federation (ICF), 

“el coaching es una relación profesional que permite a los clientes alcanzar cambios y resultados satisfactorios en su vida profesional y personal”.

En otras palabras, lo que persigue esta disciplina es promover nuestro autoconocimiento y desarrollo, con el fin de ser capaces de lograr todo aquello que nos propongamos. Ello implica superar barreras y limitaciones personales, aflorar nuestro potencial, desarrollar nuestras habilidades, ampliar nuestros recursos y sacar lo mejor de cada uno para acercarnos lo más posible a la excelencia, en todos los ámbitos. A fecha de hoy, es la metodología más rápida, potente y eficaz que se conoce para motivar y empoderar a una persona.

Aunque es cierto que durante todo el proceso estaremos acompañados de un profesional del coaching , el cual nos guiará en nuestro camino, en realidad sólo nosotros mismos, con esfuerzo y convencimiento, somos los responsables de empoderarnos y transformar nuestras vidas. Existen cinco factores que hacen que el coaching funcione:

  1. Nosotros nos ponemos en acción y crecemos, acompañados de un coach pero sin depender de él.
  2. Tener puntos de vista más amplios nos aporta una creatividad mayor para encontrar soluciones alternativas, nuevas actitudes, acciones y pensamientos.
  3. Desarrollo. Avanzamos progresivamente con cada pequeño
  4. Compromiso entre el coach y nosotros. Sabemos que hay alguien que está confiando en nosotros y eso debería servirnos de aliciente.
  5. Aprender a desaprender. Dejamos atrás comportamientos y actitudes que teníamos como referencia porque a menudo es precisamente eso lo que nos mantiene estancados.

La metodología del coach

En primer lugar, el coach y el coachee tienen que elaborar, conjuntamente, un plan de acción entre coach y cliente, en base a lo que se quiere mejorar, cambiar, potenciar o desarrollar. Cuando el objetivo está claro por ambas partes, se establece un calendario de sesiones. A través de técnicas de motivación, preguntas y dinámicas de trabajo, el coach ayudará al cliente a conseguir con determinación el objetivo deseado. La idea es que se cree un clima de confianza, donde el cliente se abra con total libertad y sinceridad y el coach formule preguntas concretas, dirigidas a que éste reflexione y no se sienta juzgado.

Resultados de la implementación del coaching

Según el ICF, el coaching además de colaborar al desarrollo personal y profesional, las sesiones de coaching pueden conseguir resultados extraordinarios, aumentar la productividad de una empresa hasta un 70 %. Por eso no resulta extraño que cada vez más empresas soliciten la ayuda de coaches para mejorar tanto la productividad como la creatividad, la inteligencia emocional y calidad de vida de sus trabajadores. Lo que ocurre es que, antes de contratar este tipo de servicio, tenemos que tener muy claro qué tipo de coach profesional  necesitamos en cada momento. 

  • El coaching ejecutivo, por ejemplo, está dirigido a los altos mandos de las empresas que desean mejorar su gestión. 
  • El coaching laboral se realiza de forma individual a personas que no están satisfechas con su puesto de trabajo. Muchas veces, la rutina y la desmotivación pueden mermar las ganas de trabajar. 
  • También existe el coaching de liderazgo, que empuja de forma positiva la fortaleza y habilidad laboral de cada empleado. 
  • El coaching  de equipos por su parte, sirve para animarnos especialmente en los momentos más críticos. 
  • El coaching de innovación incrementa la creatividad para que, como su propio nombre indica, continuamente se busque la en productos y servicios. 
  • Y, por último, también tenemos el organizativo, que persigue que la comunicación entre empresarios y trabajadores sea más fluida.
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