El estrés laboral en el contexto de los ODS de la Agenda 2030
Los nuevos tiempos del mercado laboral y determinados formatos aplicados al rendimiento de los trabajadores está haciendo que el llamado estrés laboral se extienda cada vez más y afecte a más personas. Las causas son múltiples, pero también hay formas de evitarlo.
Qué es el estrés laboral
El estrés laboral es una situación negativa para las personas que los sufren y que afecta tanto al bienestar físico como psicológico, llegando a influir en el clima laboral de las organizaciones.
Aunque los expertos indican que puede ser positivo y estimulante tener un mínimo y moderado nivel de estrés en su puesto de trabajo, lo cierto es que se trata de una situación no deseada cuando afecta en exceso a los miembros de una organización. También se apunta que una ausencia total de estrés laboral puede degenerar en situaciones de desmotivación o conformismo.
Por ello, los expertos inciden en diferenciar claramente el eustrés o estrés positivo y motivador (por ejemplo, esos “nervios” que se producen al arrancar un nuevo proyecto o antes de una presentación importante) del distrés, un estrés negativo que genera disfunciones en la actividad laboral de las personas y problemas de salud. Por ejemplo, las personas que padecen TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada) suelen tener distrés.
Qué provoca estrés
Hay numerosas razones por las que un trabajador puede sufrir situaciones de estrés, aunque todas giran en torno a un desequilibrio entre el esfuerzo requerido y la recompensa obtenida y/o los medios disponibles.
- Un incremento en la demanda de trabajo, pero con los recursos habituales.
- Aumento de la demanda de trabajo con un bajo control del empleado y poco apoyo de la cadena de mando o de los compañeros.
- Una demanda de trabajo no acorde con las habilidades y capacidades del empleado.
- Un alto esfuerzo por parte del empleado para cubrir el trabajo demandado, pero sin recibir recompensa por ello (económica, de reconocimiento o mejora del estatus).
- Falta de balance (equilibrio) entre el esfuerzo y la recompensa obtenida.
Ideas para evitar el estrés
La mayoría de las soluciones para evitar el estrés de los empleados están en el ámbito de la organización de las tareas y responsabilidades, y de la gestión de las capacidades.
- Comprobar que la carga de trabajo exigida a un empleado está acorde con su horario, su grado de responsabilidad y sus conocimientos y capacidades.
- Definir con claridad los roles de cada empleado y evitar ambigüedades en torno a las tareas de cada uno.
- Evitar que los horarios de trabajo generen tensiones. Gestionar bien los picos de trabajo puntuales.
- Permitir que los empleados participen con sugerencias e ideas en la resolución de conflictos.
- Tener canales adecuados para que los empleados puedan expresar su insatisfacción.
- Entrenar las habilidades sociales de los empleados. Detección de pensamientos o actitudes negativas.
- Generar un ambiente de confianza y evitar las comunicaciones internas agresivas.
El entorno laboral y los ODS
El mundo laboral está en pleno proceso de transformación, entre otros factores por los procesos de digitalización y las crisis cíclicas. Estas tensiones que generan cambios drásticos impactan en los trabajadores, generando más incertidumbre sobre el futuro laboral y más inestabilidades en los entornos de trabajo.
La Agenda 2030 aprobada en 2015 por las Naciones Unidas y todos sus países miembros (prácticamente la totalidad de los existentes) se sustenta sobre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se trata de una agenda social y ambiental enfocada a promover el desarrollo sostenible y mejorar el bienestar humano.
El ODS número 8 se centra en el “trabajo decente y el crecimiento económico” y, entre otros objetivos, promueve el bienestar de los trabajadores. Este ODS tiene 10 metas, entre las que destacan la mejora de los niveles de productividad, mantener el crecimiento económico o alcanzar entornos dignos para todos los trabajadores. Son numerosas las propuestas que buscan espacios de trabajo decentes, seguros, saludables y sin riesgos, algo que evitaría, entre otras situaciones, episodios de estrés entre los empleados de las organizaciones.
Unas buenas estrategias organizacionales, la gestión adecuada de los recursos humanos y las capacidades individuales, y una cultura laboral saludable, son factores que permiten evitar impactos negativos como es el estrés, más concretamente el distrés, o estrés malo.