La entrevista perfecta

A la hora de preparar la entrevista profesional, tanto para optar a un puesto de trabajo en una nueva empresa como para lograr hacerse con un ascenso, hay que tener en cuenta que tan importantes son los conocimientos técnicos, ‘hard skills’, que valorará un manager de área y que el colaborador ha podido adquirir con cursos de capacitación o cursando un máster etc., como las habilidades, las llamadas ‘soft skills’, que cada día son más valoradas por las organizaciones y que a menudo es donde los candidatos, muy preparados o con trayectorias brillantes, son ‘pillados in fraganti’. De ello se encargará el responsable de Recursos Humanos.

En estos momentos en los que hay una clara virtualización del trabajo, teletrabajo o trabajo en remoto y un aumento de las formas de trabajo no convencionales -como el el freelancing, el interim management, el trabajo por proyecto o las plataformas colaborativas- se requieren perfiles que demuestren tener además de calidad profesional, calidad humana y capacidad de adaptación. Así lo pone de manifiesto el informe ‘Human Smart Working’, que recalca que sobre todo para alta dirección se buscan personas colaborativas, cercanas, participativas e incluyentes. En esta línea, otras ‘soft skills’ que están aumentando en importancia son: pensamiento crítico, empatía, comunicación, curiosidad, creatividad, flexibilidad, resiliencia y aprendizaje continuo.

No valen solo los conocimientos, ahora se evalúan los valores

De la misma manera, si el candidato no pertenece a la empresa el profesional de recursos humanos valorará si será capaz de integrarse bien en la cultura corporativa de la organización y si podrá desarrollarse y crecer dentro de la misma. También, en una entrevista perfecta también se tendrá en cuenta si el candidato podrá ayudar al desarrollo de otras personas y se sentirá satisfecho con su trabajo. Se trata de saber que se podrán gestionar sus expectativas y mantener su motivación, lo que contribuirá a mantener un buen clima laboral y a mejorar sus resultados, los de su equipo y los de su empresa. Por eso también, para conocer su grado de interés, se le preguntará si conoce el negocio y la empresa o que puede aportar a la misma.

La técnica STAR, cuyas siglas responden a las palabras ‘Situación, Tarea, Acción y Resultado’, está especialmente diseñada para valorar las competencias o ‘soft skills’ de un candidato con ejemplos reales. Consiste en pedir al entrevistado que explique con ejemplos concretos experiencias que ha vivido en otros puestos y cómo se desenvolvió en ellas.

En la entrevista perfecta se tendrá en cuenta todo para que se pueda leer entre líneas que potencial vivencial aporta la persona tras acumular la experiencia que cuenta su currículo.

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