Malas posturas en el trabajo. Remedios sencillos
Hoy en día, y gracias a las nuevas tecnologías, hemos cambiado la forma de trabajar. Hemos pasado de una forma de trabajo en la que nuestro cuerpo era la principal herramienta a, estar inmovilizados en una silla. Es decir, trabajar únicamente con nuestra mente.
A raíz de este cambio en la forma de trabajo han ido apareciendo diversos problemas que afectan a nuestra salud física. En gran parte es debido a las largas jornadas laborales en las que conseguir una correcta postura durante todo el tiempo se plantea como una tarea prácticamente imposible.
Por ello se suele recomendar mantener una vida que incluya actividad física, para que nuestro cuerpo no se oxide, además de una correcta alimentación. Muchas son las empresas que hoy en día han comenzado a valorar e implementar mejoras en ambos aspectos. Sin embargo, no por esto estamos libres de riesgo. Las lesiones musculares o problemas de cualquier índole que vengan de una mala postura en el puesto de trabajo están a la orden del día.
Hábitos sencillos para evitar malas posturas en el trabajo
Aunque a priori no pueda parecerlo, es importante tomar breves descansos para romper con la postura de la silla. Viajes cortos al servicio o a hacer cualquier actividad durante 5 minutos que nos aparte de nuestra silla pueden ser buenas excusas. También es una buena oportunidad para hidratarnos.
Otra de las actividades fundamentales a la prevención de riesgos musculares en el trabajo es estirar debidamente los músculos que normalmente están inactivos cuando estamos sentados. Es importante corregir la postura corporal. Por ejemplo, la zona cervical, dorsal y lumbar, la cual también se recomienda ejercitar con actividad física, como la natación, para así reforzarla y que nos de menos problemas. Reduciremos el tan frecuente dolor de espalda.
Tan importante como tener nuestro cuerpo activo y ejercitado es tener un orden adecuado de los elementos que utilizamos a lo largo de nuestra jornada. Con esto nos referimos a una correcta colocación tanto del teléfono como de la pantalla, el teclado y el ratón. Además, debemos ajustar de forma correcta la altura de la pantalla con la altura de nuestra silla, así como los respaldos para nuestros brazos. Esto ayuda a minimizar las dolencias por movimientos repetitivos.
Otra de las cuestiones clave es en caso de haber sentido molestias físicas, por mínimas que parezcan, acudir inmediatamente al especialista fisioterapeuta. Este puede evaluar si realmente se trata de pequeñas molestias o, por el contrario, estamos desarrollando algún tipo de lesión que nos pueda dar problemas más graves en el futuro. Este es un paso relevante, pues una correcta prevención y seguimiento por parte de un profesional puede ahorrarnos problemas potencialmente irreversibles.
Del mismo modo, si notamos que el mobiliario de la oficina presenta defectos, ya sea la silla como en cualquier otro mueble, debemos notificarlo a la mayor brevedad a la persona responsable. Esta será responsable de cambiarlo cuanto antes y nuestra salud muscular no se ve afectada, así como evitaremos un riesgo laboral.
Buenos hábitos en el trabajo para prevenir riesgos laborales
- Estirar el cuerpo y evitar posturas incómodas
- Hidratarnos
- Ajustar los materiales de trabajo a nuestro cuerpo
- Hacer ejercicio
- Comunicar mobiliario defectuoso
- Trabajar relajado, una buena idea es escuchar música trabajando que nos ayude a concentranos y eliminar la tensión