¡Me gusta mi trabajo!
La gestión de expectativas es el conjunto de acciones que lleva a cabo una organización tanto para atraer talento como para mantener la motivación de un colaborador de manera que mantenga el esfuerzo diario en su trabajo y compruebe que sus esfuerzos no son en vano de manera que no pierda el interés o la ilusión por su trabajo. Estas acciones no solo contribuyen a mantener un buen clima laboral y a mejorar los resultados de la empresa, sino que son imprescindibles para retener el talento.
Al contrario de lo que se podía pensar hace años, y con la llegada de un nuevo modo de entender el trabajo en las nuevas generaciones, la gestión de expectativas no se basa solo en ascensos o recompensas económicas.
El reciente informe ‘Human Smart Working’, publicado tras la crisis del COVID 19, avanza que la tendencia de la cultura empresarial de muchas organizaciones es poner a la persona en el centro, “en un contexto en el que la automatización sostenible de procesos se acelera, y se necesita potenciar las cualidades más humanas de la persona, como la creatividad, curiosidad, resolución de problemas complejos, pensamiento lateral y crítico, etc”. Tal y como explica, esta nueva realidad necesita de líderes más preocupados por sus equipos y políticas adecuadas de gestión del talento.
Y precisamente ahora que hay que decidirse por un modelo de actividad laboral mixto presencial-virtual, la forma en la que se organicen al respecto las empresas va a ser fundamental para retener al colaborador, que al fin y al cabo va a decantarse por aquellas organizaciones con los modelos de trabajo que mejor se ajusten a sus necesidades.
En esta línea, el citado informe incide en la idea de que habrá que buscar fórmulas dirigidas a preservar y seguir transmitiendo los valores y la cultura de la empresa igual que antes para mantener el ‘engagement’ del colaborador. De la misma manera, habrá que ingeniar nuevos mecanismos de cohesión, sentimiento de empresa y de comunidad, factores que influirán necesariamente en la atracción del talento.
Otra de las herramientas que utilizan las organizaciones para la gestión de expectativas es el employer branding que no es más que crear una imagen de marca a través de técnicas de marketing para atraer talento a la empresa. Proyectándolo de manera adecuada también se puede hacer hacia adentro de manera que los empleados se sientan más implicados y satisfechos de trabajar en ella.