Reutilización de materiales de desecho como parte del día a día
Aunque el reciclaje ha ido modificando la manera en que nos relacionamos con nuestros residuos, es interesante volver la vista atrás para darnos cuenta de que, en el pasado, cuando nuestro consumo se ceñía a lo necesario, el reciclaje y la reutilización eran actividades completamente integradas. Heredar la ropa o transformar productos textiles, utilizar los residuos orgánicos para generar compost o alimentar a animales… actividades que hablan de una cultura del aprovechamiento y de la ausencia de derroche y que nos recuerdan que sólo tenemos que volver sobre nuestros pasos para reducir el volumen de desechos.
Reutilizar no es lo mismo que reciclar
Reutilizar y reciclar son la clave de un de modelo económico sostenible, sin perder de vista el paso previo, que es reducir nuestros niveles de consumo. Es importante diferenciar estos conceptos, porque sólo comprendiéndolos en profundidad lograremos convertirlos en hábitos:
- Reutilizar. Este concepto implica volver a utilizar un objeto o material con el mismo fin que tenía (por ejemplo, los muebles o ropa de segunda mano), o para uno nuevo (volviendo al mismo ejemplo, podría significar hacer una mochila o estuches con prendas de ropa viejas o utilizar la madera de pallets para hacer muebles).
- Reciclar. En este caso hablamos de extraer materiales que de otro modo se convertirían en desecho para, después de someterlos a tratamientos específicos, convertirlos en nuevas materias primas. Ya estamos familiarizados con cómo el plástico, el papel o el vidrio se reciclan, y afortunadamente existen multitud de materiales reciclables: metales, madera, elementos electrónicos…
En Ecoembes, entendemos que tanto el reciclaje como la reutilización son procesos esenciales para alcanzar un modelo de consumo sostenible. Alcanzaremos el verdadero equilibrio cuando logremos integrar ambas fórmulas en nuestra vida cotidiana, más allá de uso de los contenedores de reciclaje.
Qué implica la reutilización de materiales de desecho
En un modelo de economía circular una de las premisas es que los productos y materiales prolonguen su vida el mayor tiempo posible, porque esto permite evitar la extracción de materias primas y la producción de materiales (con el consumo energético y de recursos que conlleva), y al mismo tiempo permite reducir el volumen de residuos.
La reutilización de residuos implica su revalorización y es la fórmula con menor impacto medioambiental. A continuación, recogemos algunos materiales de desecho con grandes posibilidades de reutilización:
- Envases de plástico. La calidad que ofrecen los envases de alimentos a día de hoy, los convierte, en muchos casos, en elementos reutilizables que pueden prolongar su vida durante bastantes usos. Buen ejemplo de ello son los envases de plástico para comida a domicilio o los que se utilizan en el supermercado para envasar quesos y embutidos, pero también encontraremos un universo de posibilidades si tratamos de aplicar creatividad a la reutilización de envases, que nos puede ayudar a convertir botellas de refresco en lámparas o en un puff, un bote de detergente en un recogedor, o uno de champú en un soporte para móvil.
- Envases de cartón y embalajes. Ya existen en el mercado embalajes reutilizables, concebidos para soportar más de un uso con funciones similares, como los sobres de papel y cajas de cartón. Al margen de esto, como usuarios podemos reutilizar los nuestros: cajas, papel para envolver, papel burbuja… son elementos que admiten perfectamente usos posteriores.