Robots Colaborativos: Transformando la Industria 4.0 con innovación y sostenibilidad
Las nuevas tecnologías habilitadoras y las conexiones 5G están permitiendo avanzar a gran velocidad hacia la industria 4.0, optimizando los procesos, mejorando los diseños de bienes y servicios, renovando el mercado laboral y promoviendo la aparición de nuevas especialidades.
En el contexto de la automatización industrial, se están produciendo importantes transformaciones gracias a estas tecnologías. Uno de los elementos clave en esta transición son los llamados robots colaborativos, también conocidos como “cobots”. Se definen como máquinas automatizadas diseñadas específicamente para trabajar en colaboración directa con los humanos. A diferencia de los robots industriales tradicionales, los cobots no necesitan espacios perimetrados, ya que son seguros para compartir espacios con personas, mejorando la eficiencia de los procesos y la seguridad de los trabajadores que interactúan con ellos. Gracias a esta tecnología avanzada, las industrias pueden ser más competitivas y versátiles.
Los “cobots” entablan comunicación no solo con los humanos, sino también con otros robots y equipos industriales como cintas transportadoras, creando un ecosistema humano-tecnológico que fomenta una forma de trabajo innovadora y eficiente.
Estas máquinas inteligentes ya están presentes en sectores como el de automoción, el alimentario, el farmacéutico, la electrónica y los procesos de economía circular.
Ventajas de la robótica colaborativa
Las relaciones de trabajo bien integradas entre humanos y robots colaborativos han permitido a la industria dar un salto cualitativo en los últimos años. A diferencia de los robots industriales, que operan de forma aislada y en espacios protegidos, los robots colaborativos son más avanzados. Gracias a su red de sensores y tecnologías adaptativas, pueden detectar la presencia y movimientos de los humanos en su entorno, reaccionando de manera segura y eficiente para evitar accidentes.
Entre las ventajas que ofrecen los robots colaborativos, destacan:
- Aumento de la productividad y eficiencia de los procesos industriales.
- Reducción de accidentes laborales y mayor seguridad para los trabajadores.
- Flexibilidad y adaptación de las cadenas de producción.
- Reducción de costes operativos para las empresas.
- Optimización de recursos materiales en la actividad industrial.
- Versatilidad y capacidad de adaptación ante cambios en los procesos.
- Incorporación de la innovación tecnológica en la cultura empresarial.
Tipos de colaboración entre humanos y robots
Existen tres formas principales de colaboración entre los robots colaborativos y los humanos:
- Coexistencia. Los cobots comparten el mismo espacio de trabajo con los humanos y actúan de manera segura para evitar accidentes.
- Colaboración directa. Robots y humanos trabajan juntos en la misma tarea, complementándose entre sí.
- Colaboración entre máquinas. Los cobots se conectan con otros robots y equipos industriales para coordinar tareas de producción.
Aplicaciones de los robots colaborativos
Los robots colaborativos están presentes en casi todos los sectores de actividad, realizando tareas diversas. Por ejemplo:
- En la automoción, ensamblan piezas y realizan soldaduras.
- En el sector electrónico, montan componentes de alta precisión.
- En sectores como el alimentario, farmacéutico y cosmético, manipulan, empaquetan y etiquetan productos.
- Realizan tareas de paletización, lijado, pulido, carga y descarga de materiales, supervisión de máquinas y controles de calidad.
Robótica colaborativa y sostenibilidad
Los cobots son clave para la sostenibilidad ambiental. Entre sus contribuciones destacan:
- Consumen menos energía y optimizan el uso de materias primas.
- Reducen los desechos industriales y tiempos de producción.
- Regulan las condiciones ambientales, como temperatura y emisiones de gases.
- Alargan la vida útil de las máquinas industriales mediante machine tending.
Cobots en el reciclaje y ecodiseño
En el ámbito del reciclaje, los robots colaborativos identifican y separan materiales, como plástico y metal, optimizando los procesos de selección y desmontaje. También contribuyen en iniciativas como:
- Max-AI, robot que identifica y clasifica residuos en plantas de reciclaje.
- El proyecto europeo Free4Lib, para el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos.
- HR-Recycler, enfocado en residuos eléctricos y electrónicos.
- El robot Daisy de Apple, especializado en desmontar smartphones para su reciclaje.