Sentimiento de pertenencia a Ecoembes
A pesar de la inversión en tecnología, en bienes de equipo e incluso en oficinas, el mayor activo empresarial sigue siendo sus empleados; es decir, las personas que forman parte de un equipo para la consecución de un objetivo. Por eso, en aras de una mayor eficiencia, una mejor productividad y menor absentismo es fundamental apelar a una de las esencias del ser humano: el sentimiento de pertenencia, indisociable a su condición de animal social.
Este sentimiento nace de la necesidad del ser humano por sentirse parte de algo más grande que él mismo, y que en determinado punto lo transcienda como individuo. Pero además de transcender, el ser humano también necesita la aceptación por parte de los demás, ya que conectar con un grupo de personas en el ámbito laboral implica una conducta activa del individuo, que será capaz de defender a sus compañeros y expresar adhesión, apoyo e incluso manifestar con orgullo el “yo trabajo aquí”, lo que supone una proyección de la imagen de marca empresarial incalculable.
Estamos comprometidos con Ecoembes
En muchas ocasiones cuando preguntamos a amigos, familiares o conocidos qué tal en sus trabajos, la respuesta a veces no es muy positiva. Quienes trabajamos en Ecoembes sí contestamos satisfechos, afortunados y orgullosos. Compartimos la visión de la organización y estamos encantados de llevar a cabo la actividad que desempeñamos. Tenemos un gran sentido de pertenencia a Ecoembes. La verdad es que tenemos la enorme suerte de trabajar para proteger y conservar el medioambiente y promover un modelo sostenible a través del reciclaje, una aspiración que, en el fondo, cualquier ser humano lleva dentro.
De hecho, creemos que precisamente el nivel de compromiso con la organización es una de nuestras fortalezas. También nos sentimos identificados con los valores “verdes” de Ecoembes y además vemos que nuestro trabajo tiene realmente un impacto medible sobre el Planeta.
El sentido de pertenencia y la identidad nos mueve
Esa sensación de trascendencia medioambiental compartida hace que estemos motivados con lo que hacemos en Ecoembes y que nos sintamos parte de un equipo que trabaja por unos resultados que, más allá de las cifras, son indicadores de que se está produciendo un cambio en favor del entorno en que vivimos.
Así lo demuestran las encuestas del clima que realizamos cada año, en las que el 87 % de los empleados y empleadas de Ecoembes reconoció estar orgulloso de formar parte de una organización medioambiental. Por otra parte, el 95% de nosotros y nosotras afirmó sentirse comprometido con el trabajo que realiza dentro de la organización, y el 95% dijo sentirse bien por la forma en que contribuimos a la sociedad.
La especialista en Responsabilidad Social Corporativa de Ecoembes, Beatriz Aylagas, nos dice que “si tu vocación es ambiental, entonces trabajar en Ecoembes, donde nos dedicamos al reciclaje y a la economía circular, lo pone bastante fácil. Sentir que cada uno aportamos nuestro granito de arena a algo tan importante para nuestro entorno como es el cuidado del medioambiente es estupendo”.
Estamos convencidos de que esta sensación de orgullo de pertenencia repercute además en el clima laboral que tenemos, lo que nos reafirma en nuestra apuesta por generar un buen ambiente de trabajo y por reforzar la unión del equipo a través de esa misión compartida del cuidado del planeta. Para reforzar o alentar este sentimiento hay otras muchas técnicas esenciales, más allá de las ya mencionadas.
Acompañar al crecimiento de los empleados
Como si fuera una gran familia la empresa debe acompañar a la persona en su crecimiento profesional, ofrecer al empleado la posibilidad de tener una trayectoria profesional ascendente.
Tener un primer contacto con la empresa como becario, entrar con un contrato junior, pasar más tarde a senior y terminar como coordinador o responsable de área, no sólo generará un sentimiento de pertenencia a la empresa, sino que además se creará una plantilla estable a largo plazo que facilite la trasmisión de conocimiento dentro de la misma. Para ello las posibilidades de ascenso deben ser reales y se deben eliminar los cambios constantes en el personal.
Alineación de los objetivos
Una de las herramientas para generar un sentimiento de pertenencia empresarial es conseguir que los intereses de los trabajadores se alineen con los objetivos de la compañía, ya que de esta manera sus beneficios serán los beneficios de la empresa. Así, el departamento de recursos humanos debe detectar y definir las aspiraciones de cada trabajador y generar dinámicas donde las expectativas de los empleados puedan verse cumplidas.
El aprendizaje continuo
Más allá del crecimiento profesional y salarial de un empleado, uno de los intangibles más esenciales para fomentar el sentimiento de pertenencia es generar en el trabajador una especie de enriquecimiento personal, una sensación de “vuelta al cole” donde nunca se deja de aprender, donde la constante actualización evita la obsolescencia programada del empleado.
Una idea que no solo amplía las capacidades de un empleado, sino que a su vez genera seguridad, fomenta la curiosidad y fortalece el trabajo en equipo multidisciplinar, esencial en estos tiempos de cambios inmediatos.
A las duras y a las maduras
Otra de las tácticas para generar el sentimiento de pertenencia es saber gestionar el éxito y los fracasos de los empleados. La empresa no debe abandonar al empleado cuando un proyecto fracasa, ni personalizar en el error cuando muchas veces este es inevitable, sino más bien analizar los procesos por los que determinado trabajo no es exitoso y extraer conclusiones para futuros proyectos.
Asimismo, la celebración de los éxitos remite al principio de los tiempos y sus beneficios es evidenciar que empleados y empresa tienen un objetivo común y que se ha conseguido. Las celebraciones pueden ir desde recompensar al empleado con un bonus o prima, hasta con experiencias o viajes alentados por la empresa.
En ocasiones esto no es una oficina
Como ya hemos dicho, una de las tácticas más eficaces para motivar a un empleado es fortalecer su pertenencia al grupo y para ello no hay mejor herramienta que trasformar el ambiente laboral, es decir, la oficina en un ambiente lúdico con la implantación de efemérides reconocibles (el día de…), concursos, salidas culturales o compartiendo actividades deportivas.