Bienestar social: Cuando Las relaciones se convierten en asunto prioritario para la empresa 

Bienestar social

En los últimos años hemos podido ver cómo el teletrabajo transforma las fórmulas tradicionales: trabajar para una empresa ya no implica necesariamente un contacto regular con los compañeros, y, aunque en nuestro país las cifras de teletrabajo aún no son elevadas (según el INE sólo teletrabajan el 14% de los ocupados), ya existen empresas cuyos trabajadores no se han visto en persona jamás. Por supuesto no podemos negar que el teletrabajo nos reporta muchas ventajas (flexibilidad, ahorro de tiempo, aumento de concentración, evitar relaciones conflictivas…), pero también inconvenientes, porque somos seres sociales y esta es una dimensión que no podemos descuidar. 

Qué es el bienestar social 

El bienestar social es uno de los elementos esenciales que estructura lo que se considera nuestro bienestar general. Para lograrlo, los seres humanos debemos cuidar varias dimensiones: física, emocional, financiera y social. 

La dimensión física alude a lo que tradicionalmente se ha entendido como salud: la ausencia de enfermedades o dolencias físicas, un buen funcionamiento de nuestro organismo y la conservación de nuestras capacidades. Al hablar de salud emocional, nos encontramos con la dimensión psicológica de nuestro bienestar, que puede verse amenazada por el estrés, ansiedad, depresiones… En cuanto al bienestar financiero nos referimos a lograr el equilibrio entre ingresos y gastos, de tal modo que podamos cubrir nuestras necesidades, alcanzar objetivos y poder resolver imprevistos. 

Por último, nos encontramos con el bienestar social, que conecta con las relaciones que establecemos con nuestro entorno más próximo y con los beneficios que nos reporta el sentimiento de pertenencia que surge cuando pasamos a formar parte de una determinada comunidad. Según el informe Actineo Quality of Life at Work Observatory , el 50% de los trabajadores considera que las relaciones laborales influyen en su salud, y el 41% de las personas que teletrabajan echan de menos la oficina por los intercambios informales con colegas. 

El bienestar social en la empresa 

Lograr que los miembros de una organización desarrollen bienestar social en el trabajo es de un valor incalculable. Sabremos que lo hemos logrado cuando los trabajadores se sienten parte del equipo, desarrollan una relación de confianza con sus compañeros y perciben que su trabajo realmente aporta valor a la organización. 

A la hora de reforzar el bienestar social en la empresa no podemos perder de vista que es necesario propiciar un clima de bienestar general, por lo que no deben descuidarse la dimensión física, emocional y económica. Cuando una persona tiene cubiertas estas tres dimensiones, de manera natural buscará socializar y hacerlo de manera positiva y constructiva. Por otro lado, establecer buenas relaciones en el contexto de trabajo tendrá un impacto muy positivo en la salud emocional. 

Además, no podemos perder de vista que estas dinámicas repercuten positivamente en la organización: a mayores niveles de bienestar social en el trabajo, identificaremos mejor clima laboral, un mayor nivel de compromiso y mejor rendimiento y productividad. 

Cómo aumentar los niveles de bienestar social 

El bienestar social, a efectos prácticos, se traduce en la existencia de una comunidad en la que las relaciones son positivas y cuentan con lazos sólidos. Dado que los problemas son inherentes a las relaciones humanas, para lograr bienestar social es necesario contar con herramientas que nos ayuden a resolver conflictos de forma saludable y asertiva. 

No podemos perder de vista que cuando hablamos de bienestar social en el trabajo el contexto es muy específico, y tiene la particularidad de que la organización, de un modo u otro, está presente en esas relaciones. Esto es un punto clave, porque la empresa puede potenciar el sentido de pertenencia y contribuir a estrechar vínculos entre sus miembros planteando actividades que lo propicien. Además, el hecho de que las relaciones sean positivas (de colaboración) o negativas (de competitividad), es algo que también puede regular la propia organización, a través de su cultura (promoviendo los comportamientos que son más beneficiosos para el bienestar social compañerismo, respeto, reconocimiento de logros…). En este sentido los líderes jugarán un papel esencial, ya que a través de ellos se define en buena parte y de forma práctica la cultura empresarial. 

En este contexto cada empleado debe tener claras sus metas (ya que guardan una estrecha relación con su motivación y su productividad) y debe percibir un clima en el que el cuidado del bienestar sea una garantía. Esto se traduce en medidas de conciliación e igualdad, desarrollo profesional, planes de vida saludable… 

En Ecoembes, mantenemos estas premisas como prioridad y estamos convencidos de que son la esencia de un clima laboral saludable que a día de hoy nos ha permitido el reconocimiento como mejor empresa para trabajar. Aunque la el clima laboral es un indicador empresarial global, nuestro interés está en el valor individual, en el bienestar social de cada miembro de nuestro equipo. Según un estudio realizado por la universidad de Harvard y el MIT, la mejor estrategia para liderar los mercados a base de buenos resultados es tener un equipo feliz y comprometido y, al margen de los resultados, nuestra mayor ambición es tener la certeza de que dentro de nuestra organización las personas son felices. 

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