¿Cómo ser empático en el trabajo?
La empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro puede sentir, preocupándose por experiencias ajenas. También es descrita como un sentimiento de participación afectiva cuando es consciente de que otros pueden ver y pensar de manera diferente.
La empatía en el trabajo
El factor emocional de los trabajadores es cada vez más importante para las empresas, ya que se ha demostrado que juega un papel determinante en la manera de trabajar de cada persona y por lo tanto afecta a la compañía en su afán de alcanzar retos y objetivos.
Uno de los puntos clave para una buena gestión de las emociones a nivel laboral es la empatía. El ritmo de vida que llevamos, el volumen de trabajo, la conciliación con la vida personal y otros asuntos pueden llevarnos a una situación de estrés en que a menudo nos resulta difícil darnos cuenta de los problemas que sufren otras personas y a mirar sólo por nosotros mismos.
Daniel Goleman, psicólogo, periodista y escritor estadounidense, conocido mundialmente a partir de su libro Emotional intelligence, fue quien popularizó el término “inteligencia emocional” que define como “un sinónimo de carácter, personalidad o habilidades blandas que, junto con la resiliencia, tiene su traducción en conductas manifestadas, tanto a nivel de pensamientos, reacciones fisiológicas y conductas observables, aprendidas y con posibilidades de ser aprendidas, que facilitan la gestión de las relaciones humanas”.
A día de hoy algunas personas piensan que ser empático supone olvidarse de uno mismo y mirar más por los demás. Sin embargo la práctica tiene muchos beneficios y puede ayudarnos a aclarar miedos, enfados o dudas. Algunas empresas ya no solo miden la valía de un empleado por su coeficiente intelectual y su capacidad de trabajo, sino que han empezado a tener en cuenta la inteligencia emocional.
Los trabajadores destacados son los que han desarrollado inteligencia emocional
Un estudio realizado por Robert Kelley y Janet Caplan, publicado por Harvard Business Review, determinó que los trabajadores que sobresalen suelen ser los que dan mejores resultados en la parte emocional de la inteligencia. Es decir: los que tienen una mayor facilidad para resolver problemas y saber cómo tratar con el resto de los empleados.
4 Consejos para ser una persona empática
Para conseguir ser una persona empática se aconseja seguir algunas de las siguientes recomendaciones:
- Leer abre la mente. Raymond Mar, doctor en Psicología de la Universidad de York opina que “leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias”. La capacidad de saber lo que los demás piensan, ponerse en la piel de otros, saber cómo tratar a cada individuo es una virtud que se puede aprender leyendo.
- Los prejuicios no ayudan. Es la mayor barrera que existe, a veces prejuzgamos a los demás sin saber nada de ellos, basándonos únicamente en su apariencia o en su forma de ser. Tenemos que aprender a olvidarnos de los prejuicios de eso e intentar que las primeras experiencias no sea lo que se quede en nuestra memoria y abrirnos a conocer a las personas mejor. Intenta hablar con un desconocido al menos una vez a la semana.
- Ser voluntario facilita la empatía, la cual ayuda a aumentar la satisfacción con la vida. Esto se debe a que salimos de nuestro círculo social y generamos nuevos vínculos sociales.
- Deja hablar. Es necesario ser un oyente activo para poder ser empático. De hecho, es la técnica más eficiente. Esto significa que debes estar totalmente centrado en lo que la otra persona está diciendo. Y además si consigues centrarte no sólo en lo que dice sino en la comunicación no verbal podrás llegar a conocer mucho mejor a esa persona.
En definitiva, los beneficios de practicar la empatía son muchos. Entre otros, esta cualidad nos permite detectar mejor las emociones y los sentimientos y hace que mejore nuestra comunicación, ya que observando se conoce mejor a las personas y aprendemos a comunicar mejor.
La autoestima tiende a subir cuando las relaciones y la comunicación son más satisfactorias. La empatía no es sólo un acto altruista que beneficia a una persona, sino que nos ayuda a ser más felices y a sentirnos más completos.