Habilidades y destrezas en el ámbito laboral

habilidades y destrezas

¿Son habilidad y destreza sinónimos? ¿Tienen significados parecidos? O, por el contrario, ¿son palabras completamente opuestas? Para comenzar a aclarar todas estas cuestiones, podemos apoyarnos en una serie de afirmaciones que a lo largo del tiempo han ido calando respecto a este tema. A través de ellas, definir y entender ambos conceptos será más sencillo: una persona hábil logra realizar algo con éxito gracias a su destreza. La destreza es la habilidad en su nivel más elevado.

¿Qué es habilidad y qué es destreza?

Según la Real Academia Española (RAE), la habilidad es la capacidad para desempeñar de manera correcta y con facilidad una tarea o actividad determinada, ya sea de índole física, mental o social. Por lo tanto, estaríamos hablando de una aptitud específica para una actividad concreta. El término destreza, por su parte, se entiende como la capacidad aprendida que tiene una persona para realizar una actividad de manera ágil, rápida y eficiente, generalmente vinculada con el cuerpo u oficios manuales (aunque actualmente se habla tanto de destrezas motoras como destrezas intelectuales).

Dicho término proviene del latín dextra, que significa “diestro”, y del sufijo -eza, que significa “cualidad”. Se vincula con el uso de la mano derecha, antiguamente asignado a la razón, la fe, la verdad y Dios. Debido a que la gran mayoría de personas antes eran diestras (u obligadas a serlo), adquirió una connotación positiva, dejando a los zurdos y la mano izquierda en un lugar más delicado.

Llevándolo a la práctica, todo aquello que forma parte de nuestra personalidad y es innato, como puede ser nuestro carácter, nuestra forma de afrontar la vida o nuestro nivel de madurez, serían nuestras habilidades. Y nuestras destrezas estarían más relacionadas con la práctica, y por lo tanto con el talento, nuestra capacidad resolutiva o la facilidad con las que hacemos ciertas cosas. Dicho de otra forma: si la habilidad es la predisposición que una persona posee naturalmente para algo, la destreza se adquiere por medio de la experiencia, las cuales potencian una habilidad hasta su más alto nivel. Así que podríamos decir que habilidad y destreza van de la mano.

Habilidades que desarrollamos como personas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de una serie de habilidades humanas que adquirimos al desarrollarnos como personas. Estas son

  • El autoconocimiento, es decir, quiénes somos y cómo somos
  • La empatía, que pasa por entender sentimientos ajenos
  • La comunicación asertiva, o sea, transmitir todo tipo de información
  • La toma de decisiones, decidir qué si y qué no
  • El pensamiento creativo y crítico, a saber, el proceso de analizar, entender y evaluar
  • Capacidad de lidiar con problemas y emociones.

Además, existen tres tipos de habilidades, dependiendo de la actividad involucrada:

  • Las cognitivas, que tienen que ver con la mente
  • Las sociales, relacionadas con el trato hacia otras personas
  • Las físicas, aquellas que requieren de coordinación con el cuerpo, como puede ser, por ejemplo, el deporte.

Habilidades en el trabajo

Dentro de un entorno laboral, frecuentemente se habla de las habilidades necesarias para poder desempeñar un trabajo correctamente. Sin embargo, tendemos a mezclar habilidades con destrezas, ya que no todos los requisitos se pueden considerar como un don. Por ejemplo, entre las “habilidades” más demandadas se encuentran:

  • La comunicación
  • El trabajo en equipo y colaboración
  • El profesionalismo
  • El liderazgo
  • La autogestión
  • Iniciativa
  • El pensamiento crítico y creativo
  • Perspectiva global

A veces estas habilidades se encuentran enmarcadas en la personalidad de cada uno. Puede que una persona, por su forma de ser natural, tenga mayor capacidad de gestión que otra, o más iniciativa y capacidad de liderazgo.

Habilidad o destreza, ambos aspectos son susceptibles de tener un desarrollo con el paso del tiempo (el tiempo medio para aprender una nueva en el trabajo es de aproximadamente 36 días) y sobre todo con la práctica. El tiempo de aprendizaje se asocia de manera más frecuente a las destrezas, dando por hecho que la habilidad es quizá un aspecto más innato, al que con el desarrollo óptimo se consigue convertir en destreza. Por ello mismo, en Ecoembes apostamos por desarrollar a nuestros colaboradores de la mejor y más completa manera posible, a través de un plan de formación para empleados muy potente que de forma transversal impacta directamente en todas las esferas de la compañía. La exigencia del entorno, cada vez con mayor incertidumbre, y nuestra cultura, nos guían y nos exigen contar con profesionales ya no sólo especializados en su campo, sino con un conocimiento y unas competencias que ayuden a la transversalidad. Y todo ello comienza, como venimos hablando, con el desarrollo de las habilidades de cada uno hasta convertirlas en destrezas, y en nuestro caso, con la idea de poder aplicarse en cualquier esfera, ya sea personal o profesional.

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