Habilidades sociales o “soft skills”
Las habilidades personales que todos los seres humanos tenemos suelen estructurarse en dos grandes bloques: habilidades duras (o hard skills) y habilidades blandas (o soft skills). Las habilidades duras son competencias y habilidades técnicas que hemos adquirido durante nuestra etapa de formación y a lo largo de nuestra experiencia profesional. Las habilidades blandas son nuestras habilidades sociales: personalidad, lenguaje, forma de comunicarnos y hábitos personales que nos definen personalmente y afectan a la manera en que nos desenvolvemos en entorno laboral y nos relacionamos con los demás.
Cómo mejorar las habilidades sociales
Las habilidades sociales vienen determinadas por nuestras características personales y nuestras vivencias y van a determinar nuestra integración social. Dentro del ámbito profesional van a tener un gran peso en nuestro bienestar, pero también en el clima laboral, ya que inevitablemente afectamos al entorno en el que nos desenvolvemos. Serán determinantes habilidades sociales como la motivación, la flexibilidad, la capacidad de trabajo en equipo, la escucha activa o la proactividad.
Lógicamente no todo el mundo tiene buenas habilidades sociales, pero la buena noticia es que siempre vamos a poder mejorarlas. A continuación, presentamos tres ejercicios básicos con los que podemos mejorar algunas de las principales habilidades sociales o soft skills:
Desarrollar habilidades comunicativas
En la comunicación reside la esencia de nuestra relación con el entorno. Existen tres estilos de comunicación: pasiva (se anteponen los deseos y derechos de los demás a los propios), agresiva (se anteponen sus deseos y derechos por encima de los de los demás. Suelen usar un lenguaje brusco o agresivo) y asertiva (se trata de satisfacer deseos y derechos propios, sin perjudicar los de los demás). La asertividad es una cualidad muy demandada por las empresas, como por ejemplo en Ecoembes, ya que es garantía de disminución de conflictos dentro del ámbito profesional. Conecta con profesionales que son capaces de gestionar correctamente opiniones y sentimientos y comunicarlos con claridad y respeto hacia los demás.
A la hora de trabajar las habilidades comunicativas es interesante investigar (individualmente o en equipo) cómo responderíamos a una situación concreta. Partiríamos de una situación sencilla: vas con una amiga al cine y no para de hablar… ¿qué estilo comunicativo (asertivo, pasivo y agresivo) escoges para transmitirle cómo te sientes? Una vez se haya contestado e incluso escenificado cada caso, los grupos deberán analizar las consecuencias que sus distintas expresiones puedan acarrear en la otra persona. El objetivo de la actividad es reflexionar sobre qué estilo de comunicación interpersonal puede ser más eficaz en relación al bienestar personal. Una persona que es capaz de expresar sus necesidades y opiniones respetando a los demás tendrá mejor autoestima y establecerá relaciones más saludables.
Practicar la escucha activa
Escuchar requiere atención y autodisciplina. Necesitamos escuchar para sentir empatía con el otro, para entender instrucciones, para conectar realmente con la persona con la que conversamos… En ocasiones el mero hecho de estar atareados nos aleja de la escucha activa, pero existen fórmulas para mantener centrada nuestra atención en la conversación como hacer alusiones a algo que la otra persona ya ha comentado o plantear preguntas de vez en cuando para ampliar la información que tenemos. Todo ello evitando interrumpir.
Entrenar la empatía
Ponerse en el lugar del otro dada una situación tensa o de conflicto no siempre es fácil, sobre todo si las habilidades sociales no son un punto fuerte. En este sentido es interesante recurrir al role playing o interpretación de papeles, y para ello podemos escenificar una situación cotidiana de conflicto intercambiando los roles. Adoptar la postura de otra persona nos ayudará a potenciar la empatía y a entender a las diferentes partes implicadas en un caso que o bien ya se ha dado o se puede dar en un futuro. Así, no sólo entenderemos más fácilmente las reacciones ajenas, sino que podremos anticiparnos a cómo responderíamos nosotros mismos en un futuro y evitar reacciones indeseadas.
En Ecoembes entendemos que el desarrollo de las habilidades sociales de nuestros empleados es la fórmula esencial para tener una estructura humana saludable. En este sentido, realizamos formaciones regulares, algunas de ellas centradas específicamente en mejorar la comunicación interpersonal. En definitiva, nuestro objetivo es que los empleados de Ecoembes se mantengan en constante aprendizaje y evolución, y por ello consideramos esencial contribuir en su desarrollo personal.