Las tendencias cambiantes en el estilo de liderazgo
Aunque no hay una única manera correcta de liderar ni un estilo único adecuado, para implantar en una organización una adecuada estrategia de desarrollo de liderazgo el Director de Recursos Humanos (DHR) y su equipo deben tener en cuenta que las tendencias cambian y se deben adaptar a los nuevos modelos de trabajar y de integrar a las personas en las empresas.
En manos de los profesionales de la gestión del talento han aparecido en los últimos años nuevas herramientas dirigidas principalmente a las siguientes acciones: la introducción de métodos para identificar a candidatos con al potencial de liderazgo; la previsión de procesos por los que los líderes puedan servir de guías a futuros líderes, y la medición de tasas de satisfacción con el liderazgo así como de participación en sus iniciativas.
El ‘Informe de tendencias de recursos humanos 2020’ (Top Employers Institute, 2020) señala como una de las principales tendencias de los coaches el fomento del cambio de mentalidad en los líderes para que ayuden a las personas de su organización a tomar decisiones de desarrollo por sí mismos. Los expertos llaman a este fenómeno ‘liderazgo colectivo’. Como evolución de esta tendencia, los líderes pasarían de medir la producción de sus colaboradores a valorar su desarrollo. El estudio señala la comunicación y la transparencia como otra de las tendencias al alza en liderazgo.
Coincide con esta idea el informe ‘Human Smart Working’ (Fundación máshumano, 2020). Dice que muchas organizaciones avanzan hacia una cultura empresarial orientada a poner a la persona en el centro y que esto va a exigir además de líderes “más preocupados por sus equipos”. El nuevo líder, por tanto, “deberá ser colaborativo, cercano, participativo, e influyente, gracias a su ejemplaridad personal”, detalla.
Es decir, todo apunta que el estilo de liderazgo se basa más en la confianza y promueve la autonomía de los equipos, de manera que las personas que lo forman puedan porque es desarrollar sus habilidades y demostrar su talento. Esto último se ha tornado todavía más importante dado que la constante innovación tecnológica y la imparable digitalización hace que las personas tengan que demostrar capacidades especiales que no puedan ser sustituidas por procesos de automatización robóticos.
Otras de las tendencias es la ‘democratización’ del liderazgo. No hay que olivdar que líderes no solo son los altos ejecutivos sino también los gerentes intermedios. En este sentido, también hay que tener presente que las formas de aprender han cambiado. Hay una brecha generacional, y los líderes no tienen porqué son mayores. De hecho, cada vez hay más gerentes ‘millenials’. Un fenómeno que se ha denominado popularmente ‘gerenialls’.
No hay que olvidar que los nacidos entre 1977 y 1994 representarán el 75% de la fuerza laboral mundial en 2025 y que consideran clave que las organizaciones en las que trabajan potencien el pensamiento innovador, contribuyan al desarrollo de sus habilidades y tengan un impacto social positivo (‘Millenial Survey 2014’ Deloitte).