Conseguir la motivación en el trabajo:
motivación intrínseca y extrínseca

motivación laboral

En la vida afrontamos multitud de retos. Desde el primer momento del día cuando, con sueño, decidimos levantarnos de la cama a dimensiones más complejas como aspirar a un nuevo puesto de trabajo, realizar un máster… El motor que nos ayuda a mantenernos activos, crecer y evolucionar es la motivación laboral. A continuación te explicamos cómo funciona y cómo estimular la motivación laboral intrínseca y extrínseca. 

Qué es la motivación

Como planteábamos anteriormente, el estímulo que rige nuestra actividad vital es la motivación positiva, y está presente en cualquiera de las cosas que hacemos: cocinar, trabajar, asistir a una fiesta, realizar un regalo… 

La motivación está muy vinculada a la satisfacción personal, nos permite creer en los motivos que nos empujan a ponernos en acción (de lo contrario no lo haríamos). El rasgo más llamativo de la motivación es que es completamente subjetiva, ya que está ligada a nuestro sistema de valores, factores internos como creencias, principios, prioridades… Es decir, para una acción como puede ser hacer deporte, existen un sinfín de motivaciones: ponerse en forma, mantener a raya una lesión, prepararse para ganar una competición, desconectar del trabajo… Lo único común a todas ellas es que empujan a la persona a la acción. 

Existen dos tipos de motivaciones. El estímulo que va a aumentar la motivación en nosotros puede ser de muchos tipos: económico, emocional, físico… Dependiendo de como sea descubrimos que la motivación podrá ser extrínseca o intrínseca

hombre trabajando

Motivación intrínseca

La motivación intrínseca sucede cuando la acción produce en nosotros un beneficio de manera directa y a corto plazo. Hablaremos normalmente de un bienestar físico o psicológico: cubrir nuestras necesidades, satisfacer una curiosidad, divertirnos o recibir una recompensa externa.

Por ejemplo, la motivación intrínseca implicaría estudiar porque tenemos interés en la materia, trabajar porque disfrutamos desarrollando una actividad determinada o hacer deporte porque nos hace sentir bien o nos divierte. 

La motivación intrínseca es muy potente, porque conecta con nuestra esencia, nuestras necesidades o intereses, y eso es un motor natural muy importante. 

Motivación extrínseca

Al hablar de motivación extrínseca nos referimos a una motivación que viene dada por factores externos a nosotros. Lo que nos lleva a la acción no está relacionado directamente con ella, sino con consecuencias derivadas de ella. Es decir, la motivación es obtener una recompensa o evitar un castigo relacionado con dicha acción, pero no la acción en sí misma. 

Volviendo a los ejemplos anteriores podríamos hablar de motivación extrínseca cuando está destinado a lograr unos objetivos, por ejemplo, estudiamos para aprobar (y no porque tengamos interés o curiosidad en una materia), cuando trabajamos para obtener un salario a cambio, o cuando entrenamos o practicamos un determinado deporte para ganar una medalla. 

Buena parte de nuestras acciones se rigen de acuerdo con motivaciones extrínsecas, y son esenciales para poder vivir en sociedad: muchas normas de convivencia se aceptan, no porque estemos convencidos de que son la mejor opción, sino para mantener un cierto bienestar (en ocasiones no hacerlo puede suponer algún tipo de conflicto, sanción…). 

De hecho, se da una paradoja, y es que la motivación extrínseca puede despertar la intrínseca: cuando por ejemplo estudiamos para aprobar un examen, si finalmente lo logramos nos sentimos bien con nosotros mismos, y ese sentimiento se va a convertir a su vez en motivación para seguir estudiando. 

Aunque no solemos conectar con las motivaciones de manera muy consciente, es interesante observarlas y tratar de combinarlas, porque solo de esa manera podemos equilibrar nuestros diferentes objetivos. 

Cómo despertar la motivación en la empresa

La clave para lograr mantener la motivación laboral de una persona es combinar ambos tipos. Esto es muy importante en el contexto laboral, ya que mantener la motivación de los trabajadores implica mantener su compromiso dentro de un clima laboral satisfactorio y aumentar su desarrollo profesional.

Es posible impulsar la motivación laboral intrínseca con varias técnicas de motivación: siempre que la persona esté desarrollando una actividad que le interese de manera natural estará motivada, y esto es algo que merece la pena trabajar bien desde los procesos de selección: asegurarnos de que la persona que incorporamos esté realmente interesada en desempeñar las funciones que implica su puesto. Por otra parte, crear un ambiente de trabajo agradable también va a reforzar la motivación intrínseca. Aunque en un trabajo las jornadas laborales no son lineales, el hecho de que la relación entre compañeros y el ambiente sean buenos se convertirá en una motivación que ayudará a alcanzar sus objetivos.

Por último, reconocer los logros y el valor de los profesionales ayudará a que se sientan satisfechos con su compromiso con la empresa y reforzará su seguridad y autoestima. Si la persona está contenta con lo que hace y con cómo se siente en el trabajo, es natural que encuentre en su actividad profesional una motivación intrínseca. 

Por otro lado, tenemos la motivación extrínseca, que en ámbito profesional es principalmente económica. La motivación económica es algo innegable, cuando hablamos de trabajo, pero es interesante no perder de vista el refuerzo que esto puede suponer. Los salarios deben ser acordes al desempeño y responsabilidades de los miembros de la organización, pero también los beneficios sociales pueden ser parte de esa motivación: un seguro médico, dietas, opción de teletrabajo u horario flexible… En definitiva, hacer sentir a la persona que hay algo más que un intercambio económico:  que la empresa le ofrece ventajas que no encontraría en otra y que la organización se esfuerza por mantenerla en su plantilla porque es un valor importante. Este enfoque ayudará a transformar motivaciones extrínsecas en intrínsecas. 

La clave para poder ir reforzando el nivel de motivación intrínseca y extrínseca es realizar un seguimiento constante a través de encuestas de satisfacción que nos permitirán conocer cómo se sienten los miembros de la organización y que aspectos se pueden mejorar. El objetivo final no es otro que establecer unos vínculos fuertes y duraderos. Desde recursos humanos de Ecoembes consideramos imprescindible mantener la motivación de nuestros trabajadores. Un entorno laboral saludable ayudará a mantener los objetivos empresariales en cualquier sector.

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