Mejorar la búsqueda de empleo con un orientador laboral
La búsqueda de empleo puede convertirse en una tarea ardua y frustrante, pero a día de hoy existe una figura profesional que puede a ayudarnos a convertir un proceso tedioso en un camino hacia al éxito: el orientador laboral.
¿Qué es un orientador laboral?
Un orientador laboral es un asesor en la búsqueda de empleo que nos ayudará con la protección de datos y a trabajar todos los aspectos que intervienen en dicho proceso:
- Identificar nuestros intereses y potenciales. La figura del orientador tiene la función de identificar nuestras cualidades personales, intereses y perfil profesional para ayudarnos a encontrar el empleo más adecuado.
- Pulir nuestro perfil. El orientador laboral nos ayudará a localizar cualquier necesidad de formación que pueda haber en nuestro curriculum (y a solventarla), pero también a convertirnos en candidatos atractivos para las empresas: definir el curriculum, preparar cartas de presentación, crear una marca personal, prepararnos para las entrevistas…
- Localizar ofertas de empleo acordes a nuestro perfil. Estos profesionales cuentan con sus propias redes de contactos y funcionan como enlace entre empresas y candidatos.
- Cerrar acuerdos profesionales. En caso de contratación podemos contar con el apoyo de un orientador que nos ayudará a definir el acuerdo profesional e incluso a matizar las condiciones del contrato.
En definitiva, el orientador laboral nos va a ayudar a ser más empleables poniendo a nuestro servicio su conocimiento del mercado y herramientas.
¿Cuándo recurrir a un orientador laboral?
La figura del orientador laboral es conocida en el ámbito académico como un apoyo en la transición al mundo profesional. Al margen de esto encontramos que puede jugar un papel estratégico a lo largo de nuestra carrera profesional.
La búsqueda de trabajo es un proceso que puede prolongarse de manera indefinida (independientemente de si partimos de una situación de desempleo o estamos buscando un cambio de empresa). Si nos encontramos en esta situación en la que llevamos meses sin que nos contacten para las ofertas a las que nos postulamos o sin lograr superar entrevistas, puede que sea el momento de recurrir a un profesional.
Quizá haya algún fallo en el planteamiento de nuestro curriculum o en la manera en que realizamos las entrevistas y una pequeña modificación puede significar finalizar el proceso de búsqueda de empleo con éxito.
Por otro lado, podemos encontrarnos en un momento de cambio profesional: quizá buscamos un cambio de actividad o nos planteamos trasladarnos al extranjero o iniciar un proyecto personal de autoempleo. En tal caso es seguro que el orientador laboral nos ayudará a definir prioridades y diseñar una estrategia para reducir al máximo el margen de error.
Marcar la diferencia en la búsqueda de empleo
La principal ventaja del orientador laboral es que va a cambiar nuestro enfoque en lo referente al proceso de búsqueda de empleo. Eliminamos el envío indiscriminado de curriculums en favor de un proceso de reflexión en el que vamos a localizar nuestro objetivo profesional para, a partir de ahí, desarrollar un plan de acción.
Debemos entender los servicios del orientador laboral como un traje a medida: nos va a brindar una atención personalizada, analizando las particularidades personales y profesionales de nuestro perfil y nuestros objetivos. En base a esto diseñará una estrategia de búsqueda de empleo o de reciclaje profesional que nos va a ayudar a trabajar con un objetivo claro. Por otro lado nos dará las pautas necesarias para no restringirnos a los canales y estrategias habituales a los que recurren todos los demandantes de empleo y encontrar vías más eficientes.
Por último nos ayudará a evitar la obsolescencia profesional recurriendo a formaciones que nos permitan reciclarnos. A día de hoy la velocidad a la que cambia nuestro entorno es vertiginosa, y esto lógicamente se traslada al mundo profesional: surgen nuevas profesiones, se demandan perfiles más específicos en los que juegan un papel fundamental las habilidades transversales (habilidades y destrezas personales que una persona desarrolla paralelamente a sus estudios y que tienen un papel relevante en su vida profesional: comunicación, liderazgo, creatividad…). Es necesario que la persona se prepare para buscar empleo en un entorno más competitivo y complejo y el orientador laboral es quien puede indicarle cómo hacerlo.
Al principio de este artículo ya planteábamos la implicación emocional que puede llegar a tener la búsqueda de empleo. En ese sentido el orientador jugará un papel fundamental evitando que la persona caiga en el desánimo y la frustración o, en el peor de los casos, que abandone la búsqueda.
Aunque hablamos de una figura profesional relativamente novedosa, debemos tener en cuenta la importancia de la profesionalización en un ámbito tan complejo como es el empleo, en el que intervienen multitud de factores. Si no hemos encontrado resultados trabajando de forma individual es interesante darnos la oportunidad de profesionalizar nuestra búsqueda de empleo, sólo cambiando la fórmula obtendremos resultados distintos.