Analizamos en detalle el salario en especie
En la época de los romanos el término “salarium” daba nombre al paquete de sal que los funcionarios públicos recibían como pago por su trabajo. Desde entonces hasta hoy las retribuciones salariales han evolucionado mucho, no sólo por el contenido de ese salario, sino por su complejidad. En la actualidad un trabajador tiene que recibir por su trabajo una retribución económica, pero esta además puede verse complementada por una salario en especie, que puede significar una importante mejora en sus condiciones de trabajo y/o en su vida personal.
Definición de salario en especie
La remuneración económica es la forma básica de salario, pero, con el objetivo de ofrecer una mayor compensación a sus trabajadores, muchas empresas complementan dicha remuneración con el denominado salario en especie, que es una retribución no monetaria consistente en beneficios, bienes o servicios.
El salario en especie actúa como complemento y no como sustituto del salario normal, por lo que su valor económico puede ser muy variable, aunque en ningún caso superará el 30% del salario del trabajador. A pesar de que no llega en forma de retribución económica, debe poder ser cuantificado de forma tangible y estar recogido en el contrato.
Tipos de salario en especie
El salario en especie cumple con el objetivo de ofrecer un beneficio adicional al trabajador a nivel personal, es decir, los elementos necesarios para el desarrollo de la actividad profesional: teléfono móvil, ordenador… no pueden considerarse salario en especie.
Es importante que las empresas estudien y valoren las necesidades reales de sus equipos humanos para diseñar propuestas que realmente añadan valor. Los ejemplos más comunes de salario en especie son el seguro de salud y los tickets de restaurante, pero existen otras muchas fórmulas:
- Seguro médico. En muchos casos las empresas amplían esta cobertura a la familia del trabajador como un compromiso con su bienestar y salud.
- Alimentación. Esta cobertura puede llegar en forma de tickets o tarjeta restaurante, pero también a través de un servicio de comedor gratuito o con precios reducidos.
- Formación. Apostar por una formación constante de los trabajadores es al mismo tiempo beneficioso para ellos y para la empresa. Las fórmulas son muy variadas: clases de inglés, cursos presenciales y online, subvención (o pago integro) de másteres…
- Transporte. La fórmula más habitual es el vehículo de empresa, que el trabajador puede usar también para fines personales, no obstante, hay empresas que, por sus características, ofrecen servicios de ruta a los empleados, el pago del abono de transporte…
- Vivienda. En el caso de empleados que por cuestiones profesionales se ven obligados a trasladarse fuera de su ciudad, la empresa puede encargarse del pago del alquiler o facilitarle el uso de una vivienda que pertenezca a la organización.
- Cheque o servicio de guardería. Esta fórmula, además del ahorro que puede suponer para los empleados, muestra una clara intención de conciliación.
- Acciones. En muchas ocasiones la empresa puede llegar a ofrecer a sus empleados acciones propias.
Ventajas y beneficios del salario en especie
El motivo por el que las empresas ofrecen un salario en especie a sus empleados es porque permite ofrecer una compensación con costes inferiores de lo que podría implicar subir los sueldos a toda la organización. Normalmente este tipo de beneficios están muy bien valorados por los trabajadores, lo que redunda positivamente en la reputación de la empresa, de hecho, según el Informe Infoempleo de Adecco en 2022, en España más del 40% de las empresas ofrecen este tipo de retribución a sus empleados.
Las empresas optan por esta fórmula porque supone un sistema muy efectivo de atracción y retención del talento: a través del salario en especie se transmite al empleado que es importante para la empresa y que esta se implica con el cuidado de su salud, su formación, su conciliación…. Lo que se traduce en un mayor compromiso por parte del empleado y un mejor clima laboral. En Ecoembes contamos con una cultura empresarial que sitúa al empleado en el centro, considerándolo un elemento estratégico, y hemos comprobado cómo el salario en especie tiene impactos positivos a todos estos niveles.
Por su parte, el empleado ve recompensado su trabajo más allá del salario. Normalmente las empresas suelen ofrecer franjas salariales similares para los mismos puestos, y en este sentido el salario en especie es el elemento que ayuda a marcar la diferencia yendo un poco más allá. Hablamos normalmente de productos o servicios que contribuyen a generar un ahorro para el trabajador y que por tanto tendrán un impacto positivo en su economía personal (de hecho, en muchos casos van a suponer una mejora fiscal, al disminuir el IRPF en la declaración de la renta); o que le ayudan a conciliar, lo que se traduce en una mayor calidad de vida.
Regulación del salario en especie e implicaciones fiscales
El salario en especie está regulado a través del artículo 26 del Estatuto de los Trabajadores y de la Disposición final tercera del Real Decreto- Ley 16/2013 de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores.
Se considera un complemento a la retribución económica del trabajador, por lo que es necesario que figure en su nómina como complemento salarial donde, además, se especificará el valor monetario de los bienes o servicios que incluya. Esto es importante porque a efectos de cotización a la Seguridad Social, el salario en especie sí computa (porque se considera rendimiento del trabajo) y además, en algunos casos, tiene retenciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), por lo que el trabajador debe contemplarlo también en su declaración de la renta. En caso de despido, el salario en especie debe contabilizarse para incluirse en el finiquito o la indemnización.
Como apuntábamos al inicio de este artículo, el salario en especie no puede ser superior al 30 % del salario del profesional y tiene características únicas para cada trabajador, adaptándose a sus necesidades particulares.
Si ponemos el foco sobre las implicaciones fiscales del salario en especie es importante tener en cuenta que algunos pagos en especie están exentos de tributación al IRPF (y otros solo generan obligación si sobrepasan determinados límites):
- Los seguros médicos cuyas primas no superen los 500 euros al año.
- Los servicios de restauración a precios reducidos en comedores de empresa. Cuando se trata de tickets restaurante, el límite es de 11 euros diarios.
- Los cheques de guardería.
- El servicio de transporte, contando con un límite de 136,36 euros mensuales o 1.500 euros anuales.
- Las acciones de la empresa, cuando su valor no exceda de 12.000 euros anuales.
Comparación entre salario en especie y salario en efectivo y su impacto en la retención del talento
Para entender la diferencia entre salario efectivo y salario en especie es importante tener en cuenta que este último funciona como un añadido al pago de dinero como remuneración por el trabajo que se realiza en una empresa.
El salario efectivo por tanto será exclusivamente económico y deberá cubrir el salario mínimo, una vez cubierta esa cifra será posible introducir el salario en especie, que se añade a este en forma de beneficios, bienes o servicios, y se trata de una deferencia por parte de la empresa hacia sus trabajadores.
Teniendo en cuenta lo anterior, el salario en especie se convierte en una de las principales armas de retención de talento porque influye en aspectos esenciales de esta estrategia:
- Contribuye a que el empleado se sienta valorado
- Contribuye a mejorar la calidad de vida del trabajador
- Cuando aporta formación, ayuda al empleado a crecer como profesional
- Aumenta la percepción salarial
- Permite a la empresa diferenciarse de la competencia
Consideraciones para empleados y empleadores
Cuando una empresa se plantea ofrecer a sus empleados un salario en especie, es importante que realice una labor previa de análisis que le permita encontrar las fórmulas más adecuadas a las necesidades de sus equipos humanos: simplemente la franja de edad de los empleados nos puede dar pistas acerca del tipo de beneficios que pueden ser más adecuados, pero también el tipo de jornada, la ubicación de las oficinas… En este sentido puede ser muy útil la realización de encuestas y siempre será interesante contar con diferentes paquetes de beneficios de modo que puedan adaptarse a la realidad de cada empleado.
El salario en especie debe estar alineado con la cultura empresarial y con la estrategia de recursos humanos para evitar cualquier tipo de disonancia (si por ejemplo se ofrece un seguro médico, lo ideal es contar con planes de prevención de riesgos laborales bien implantados, planes de salud laboral, y que en general el trabajador perciba que la empresa se preocupa por su bienestar).
Además, es conveniente realizar evaluaciones que permitan testear la satisfacción e investigar el mercado para mantener una oferta atractiva y de valor.
Por su parte, el trabajador debe valorar siempre la cuantía de los beneficios que se le ofrecen y conocer las implicaciones fiscales que podrían llevar asociadas. A su vez, es importante que, siempre que sea posible, se acoja a aquellos beneficios que realmente le aporten ventajas y los conozca en profundidad para sacarles el máximo rendimiento (por ejemplo, muchos usuarios no son conscientes de que la tarjeta para pago en restaurantes se acepta en algunas cadenas de supermercados).
Desafíos y problemas potenciales
El principal obstáculo que puede llevar asociado el salario en especie es que su implementación no es fácil, por lo que es importante contar con una estructura empresarial sólida y organizada que permita asignar los recursos necesarios para que funcione correctamente.
En relación con los trabajadores, el principal reto es, si se implanta en una estructura ya organizada, hacer una correcta comunicación interna (haciendo hincapié en las ventajas fiscales). Por otro lado, la gestión de la cartera de beneficios debe ofrecer alternativas atractivas para cualquier tipo de trabajador, lo que en estructuras pequeñas o heterogéneas, podría dificultar la gestión.
Por último, el gran reto para que el programa de retribución en especie sea exitoso es la transparencia. Los empleados deben poder elegir en función de sus necesidades entre opciones que no puedan significar un agravio comparativo, ya que en caso de producirse comparaciones y disconformidades los efectos sobre el clima laboral pueden ser devastadores.
Tendencias actuales en el uso del salario en especie
En la actualidad la manera en que empresas y trabajadores se relacionan está experimentando una profunda transformación. Las organizaciones entienden la importancia del talento y la necesidad de retenerlo y esto se traduce en una premisa: cuidar al empleado.
El salario en especie trata de alinearse con esta premisa, lo que significa, en primer lugar, la introducción de fórmulas flexibles y personalizables que permitan, independientemente de la realidad de cada empleado, añadir valor.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, las nuevas tendencias en cuanto a salario en especie están dirigidas al bienestar del empleado (cuidando su salud física y mental y su calidad de vida), a facilitar la conciliación y a aumentar la sostenibilidad (ofreciendo por ejemplo programas de transporte ecológico).
Las empresas han de mantenerse activas en este sentido en una continua búsqueda de mejoras que les permita ir por delante de la competencia y de las expectativas de sus empleados.