Sostenibilidad Empresarial: ¿Cómo impulsar el futuro con prácticas responsables y beneficios tangibles?
La transversalidad del concepto de sostenibilidad en las empresas está impregnando todo tipo de actividades humanas, ya sea en las empresas, las administraciones públicas o la sociedad civil. Desde que en 1987 Naciones Unidas publicó el informe “Nuestro futuro común” hemos podido avanzar sobre una definición de qué es la sostenibilidad.
La famosa definición que incorpora el informe planteada por Gro Harlem Brundtland (presidenta de la Comisión que elaboró el documento y por aquel entonces primera ministra de Noruega) sentó hace 37 años lo que deberíamos entender por desarrollo sostenible: “aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
La frase plantea elementos como la suficiencia (nuestra forma de consumir los recursos) y la solidaridad intergeneracional. Por desgracia, en 2024 el overshoot (el día en el que ya nos hemos “comido” los recursos disponibles de un año) se produjo el 1 de agosto (el 20 de mayo en España). Es decir, desde el 2 de agosto, consumimos a nivel mundial recursos que no nos corresponden. Sin duda avanzamos en el desarrollo sostenible, pero ¿lo hacemos bien y a la velocidad necesaria?
Tan importante como la definición de Bruntland fue pocos años después el posicionamiento del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés), cuando en 1997 reconoció que el bienestar del futuro humano pasa por aplicar los cambios que nos reenfoquen hacia el desarrollo sostenible.
El WBCSD, algo así como la gran “patronal” que agrupa a más de 240 grandes empresas del mundo comprometidas con la sostenibilidad, lleva desde entonces planteando soluciones que garanticen el compromiso de las empresas con el medio ambiente: : liderar la integración de acciones sobre el clima, la naturaleza y la equidad en las estrategias corporativas, los planes operativos y la toma de decisiones de las compañías del mundo.
Qué es la sostenibilidad empresarial
Apoyado en los trabajos del WBCSD y, por supuesto, del Pacto Mundial (la iniciativa de Naciones Unidas para la sostenibilidad empresarial), se ha desarrollado una idea transversal de sostenibilidad que es bien conocida por todos y que tiene tres áreas que se retroalimentan: ambiental, social y económica.
Este esquema del desarrollo sostenible en las empresas ha funcionado (y lo sigue haciendo) como base general para un primer acercamiento, pero ya desde hace años existen otros enfoques más actualizados, especialmente desde que en 2015 se aprobaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Esto, sumado a los criterios ESG cada vez más implantados en las organizaciones, una mayor conciencia de los ciudadanos sobre los bienes y servicios que consumen, los objetivos sobre cambio climático del Acuerdo de París y el lanzamiento de la Nueva Agenda Urbana en 2016, están dando un impulso sin precedentes a la sostenibilidad empresarial.
Concretamente, la visión ESG vincula la sostenibilidad ambiental y social con la propia gobernanza de las organizaciones y con sus riesgos y oportunidades para que sus actividades sean responsables, ampliando enormemente el campo de acción de la sostenibilidad empresarial.
Son muchas las organizaciones que están alineadas con los valores ESG y la sostenibilidad en su triple balance. Una de ellas es Ecoembes, que acaba de aprobar su Plan Estratégico 2024-2026 con visión a 2030 para seguir trabajando en generar un impacto positivo en la sociedad, proteger el medioambiente a través de la economía circular, potenciar la transparencia y seguir trabajando en esta línea a través de su Plan Director y de la aprobación de un nuevo Código Ético.
Beneficios de las prácticas sostenibles
Más allá del cumplimiento de las leyes de obligado cumplimiento sobre medioambiente, las empresas están sabiendo ver la oportunidad (y la necesidad) de avanzar en su compromiso con la sostenibilidad, porque ofrece ventajas de mercado, reduce costes gracias a la economía circular y la descarbonización, mejora la imagen de la compañía y la hace más competitiva.
Beneficios de la sostenibilidad en las empresas
- Cumple con los compromisos con el Planeta y las personas (people, planet, profit)
- Mejora el posicionamiento ante clientes y mercados
- Reduce costes y optimiza procesos
- Minimiza la huella ambiental
- Facilita el acceso a las inversiones y a la financiación, especialmente la financiación verde
- Permite la vinculación con agentes activos del cambio global a nivel internacional.
- Habilita nuevas relaciones con los proveedores y otros grupos de interés
- Mejora la posiciona ante contratos público bajo criterios de Compra Pública Verde
- Genera confianza a través de la transparencia
- Consigue una mayor implicación de los empleados
- Puede ser considerada una buena práctica en los diferentes rankings en sostenibilidad
- Genera nuevas relaciones con la sociedad civil, en especial con las comunidades locales donde tiene presencia la organización
- Impulsa el talento individual y colectivo
- Es un motor de innovación tecnológica y social
ODS y sostenibilidad empresarial
Los ODS de la Agenda 2030 son la guía más importante para una plena inmersión en la sostenibilidad de las empresas, porque combinan la protección ambiental y social, sin abandonar la senda de un crecimiento económico que genere un mayor bienestar humano.
El cumplimiento de los 17 ODS y sus 169 metas no es sólo una tarea de los Gobiernos. Sería imposible llegar a 2030 con la agenda cumplida sin el trabajo de las empresas y la sociedad civil.
Aunque cada ODS tiene un área de actuación específica, el ODS 9 y el ODS 12 están especialmente vinculados a la sostenibilidad empresarial.
ODS 9: construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación. Entre sus cinco metas destacan las de promover una industria inclusiva, modernizarla para que sea más sostenible e innovadora y menos contaminantes, y aumentar su capacidad tecnológica.
ODS 12: garantizar modalidades de consumo y producción sostenible. Destacan sus metas centradas en fomentar uno uso eficiente de los recursos naturales, reducir el desperdicio alimentario y aumentar el reciclaje.
Desde la sostenibilidad integrada, las empresas también se alinean con otros objetivos de carácter medioambiental (los ODS 14 y 15 sobre protección de los ecosistemas terrestres y marinos, y el ODS 13 de acción climática) y de compromiso social (ODS 10 para la reducción de las desigualdades, ODS 8 sobre el trabajo decente, o el ODS 5 que promueve la igualdad de género).
Son muchas las organizaciones que han vinculado sus objetivos y estrategias a los ODS.
Por ejemplo, la actividad de Ecoembes impacta positivamente en la consecución de diez ODS, con especialmente relación en los ODS 4 (educación), 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente), 9 (industria innovadora), 10 (desigualdad), 12 (producción y consumo responsable), 13 (acción por el clima), 14 y 15 (ecosistemas naturales) y 17 (alianzas para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030).
Desafíos futuros
La sostenibilidad empresarial muta constantemente según se van poniendo de relieve nuevos retos y desafíos. Hay cinco palancas transformadoras que cualquier empresa necesita abordar desde el prisma de la sostenibilidad:
- Transformación digital. La digitalización de las empresas es una parte imprescindible en sus procesos de sostenibilidad. Las herramientas habilitadoras (IoT, Big Data, robots autónomos, realidad aumentada, cloud…) y la inteligencia artificial están cambiando las relaciones de las empresas con su entorno natural y social.
- Economía circular. Es uno de los principales motores de la sostenibilidad ambiental en todos sus aspectos, un cambio de paradigma en la eficiencia, la gestión de los residuos, el reciclaje y la descarbonización.
- Finanzas sostenibles. Las empresas comprometidas tienen un universo de inversores interesados en el desarrollo sostenible de la economía. La nueva taxonomía de la Unión Europa está ayudando a definir con exactitud qué sectores o actividades pueden ser calificadas realmente como “verdes”.
- Cambio climático. Es el gran reto de nuestro tiempo. La descarbonización es el gran objetivo de aquellas empresas que quieran ser sostenibles, además de medir su huella de carbono y comunicarla adecuadamente.
- Transparencia. La rendición de cuentas y una comunicación fluida y honesta con sus grupos de interés son condiciones imprescindibles para que una empresa pueda calificarse de sostenible.