Búsqueda activa de trabajo
Siempre que te lo puedas permitir la mejor forma de buscar un nuevo empleo es tomarse esta tarea como un trabajo en sí mismo. Reserva unas horas del día, si estás desocupado, o de la semana, si tienes menos tiempo, para ello. Es importante planificar qué es lo que queremos y en función de ello elaborar nuestro curriculum y una estrategia activa de búsqueda. Al mismo tiempo, deberíamos aprovechar nuestro tiempo libre para formarnos en aquellas competencias que observamos que piden en los puestos a los que vemos que queremos acceder y que no tenemos.
Consejos para llevar a cabo una búsqueda activa de trabajo
Respecto al curriculum, los expertos recomiendan hacer uno general, una especie de plantilla que luego podamos adaptar según los puestos, organizaciones o contactos a los que los enviemos. Esta cuestión es de vital importancia ya que en ocasiones es más importante resaltar una competencia o una experiencia sobre otra. Por otra parte, a lo largo de nuestra trayectoria profesional podemos haber tenido la oportunidad de formarnos en distintas especialidades que en ciertos momentos nos es oportuno destacar.
El curriculum no debería ocupar más que la cara de un folio ya que cualquier detalle se matizará si surge en una entrevista. Es importante empezar por nuestro puesto de trabajo actual, o el último. Y por supuesto, no olvidar los idiomas, pero, sobre todo, las competencias digitales. Junto a ellas, es cada día más importante, añadir al curriculum también nuestras ‘soft skills’ o competencias transversales, cada vez más valoradas, y que completan nuestras ‘hard skills’ o competencias técnicas específicas para el puesto requerido. Son, por ejemplo, iniciativa y resolución, capacidad para trabajar en equipo, actitud creativa, disposición al aprendizaje continuo, habilidades de comunicación y capacidad para el esfuerzo o la flexibilidad.
Personalizar una carta de presentación para acompañar el curriculum es muy recomendable a la hora de hacer una búsqueda activa de trabajo. En ella debemos poner porque nos interesa trabajar en esa organización, que nos atrae de ese puesto en específico, porque pensamos que estamos preparados para ocuparlo y que creemos, o mejor, estamos convencidos, que podemos aportar a la organización. Siempre sin dar por hecho que vamos a entrar en el proceso de selección y, en todo caso, con una actitud asertiva pero no arrogante.
También es cierto que enviar un curriculum no tiene porqué ser un acto de respuesta a un proceso de selección abierto sino una acción proactiva propia fruto de una selección que hemos hecho de empresas en las que nos gustaría trabajar o porque queremos entrar en contacto con ellas para colaborar o también ofrecerles una idea o un servicio.
La búsqueda activa de trabajo, bien sea para colaborar, ofrecer un servicio o lograr un puesto a jornada completa es muy importante hoy en día. Tiene dos herramientas muy importantes.
- Por un lado, el networking. En función de tu tiempo, planifica ir a todos los eventos posibles de tu interés y no dejes de comunicar tu situación de búsqueda de empleo o que estás interesado en abrir nuevas vías de colaboración.
- Por otro lado, están las redes de contactos profesionales como Linkedin, que además utilizan los gestores de talento y headhunters para localizar candidatos que les interesan. Es importante mantener tu perfil en estas redes al día e interactuar al máximo posible para darte visibilidad.
Según un estudio sobre los procesos de onboarding en España (Headway, 2018) cerca del 40 % de los profesionales encuestados fue contactado por una firma de headhunting o empresa de selección, otro 40% por la propia empresa y el 20% restante a través de otros intermediarios.
Y así es como buscar empleo es un trabajo en sí mismo que te ayudará además a mantener el optimismo y a conocer más el mercado y cómo mejorar tus capacidades.