Economía verde para un futuro prometedor

economía verde

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) define la economía verde como “aquella economía que resulta en un mejor bienestar humano y equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas”. 

Un nuevo modelo económico 

El modelo económico dominante da muestras de agotamiento: los recursos disponibles en nuestro planeta no permiten un crecimiento exponencial, de hecho, se prevé que, continuando con las tendencias actuales de consumo, el uso global per cápita de los recursos naturales aumentará en un 70 por ciento para 2050. 

La economía verde trata de ofrecer un modelo alternativo en el que las premisas son la inclusión, la mejora del bienestar y la búsqueda de una equidad social al mismo tiempo que se reducen los riesgos y la escasez ambientales. A través de ella el objetivo es terminar con amenazas que están inevitablemente ligadas al modelo económico en el que vivimos inmersos: desigualdades, crecimiento exponencial del desperdicio y los residuos, escasez de recursos, e impacto nocivo sobre el medio ambiente y la salud humana. 

La economía verde defiende un desarrollo sostenible y no debe confundirse con la economía circular, que busca un desarrollo regenerativo (de modo que el crecimiento económico se centre en la restauración de los recursos). No obstante, ambas plantean una transición hacia fórmulas en las que el objetivo es conciliar objetivos medioambientales, económicos y sociales, por lo que el desarrollo de ambos modelos (cuya coexistencia no es un obstáculo), solo se puede contemplar como algo positivo. 

Principios de la economía verde 

Para lograr los objetivos planteados anteriormente, la economía verde se fundamenta en cinco principios básicos: 

  • Bienestar y protección del medioambiente. Hablamos de un modelo centrado en las personas, lo que significa que trata de mejorar el bienestar de las sociedades a todos los niveles (económico, pero también físico, social, cultural…). Entre sus prioridades están el acceso al conocimiento y a la educación, a tecnologías y a procesos de producción más respetuosos con el medioambiente e infraestructuras sostenibles, lo que se traduce en un desarrollo sostenible que trata de preservar la naturaleza los recursos naturales. 
  • Justicia y buena gobernanza. Para lograr los objetivos de la economía verde es necesario un compromiso por parte de las empresas, lo que se traduce en buena gobernanza. Esto dará logar a organizaciones más responsables (social y medioambientalmente) y transparentes, pero además más resilientes. 
  • Erradicación de la pobreza. El desarrollo de un nuevo modelo económico permite erradicar fallos de otros, y la pobreza es uno de ellos. La particularidad de la economía verde es que permite crear nuevos sectores económicos en los que abundará el empleo verde, y esto a su vez significa la creación de nuevos puestos de empleo que se generarán bajo premisas como la igualdad de ingresos y de oportunidades. 
  • Uso eficiente de los recursos. La protección del medio ambiente implica un uso eficiente de los recursos y la reducción de los residuos. Esto conecta de forma directa con moderar el consumo de energía y preservar los recursos naturales y pasa, inevitablemente, por una revisión de los hábitos y niveles de consumo. 
  • Reducción de las emisiones de carbono. En este sentido la mejor aliada de la economía verde es la energía limpia, pero también será necesaria una apuesta por la electrificación que permita hacer limpios procesos industriales, productivos, transporte… 

El compromiso de las empresas 

A la hora de analizar la economía verde, es importante tener en cuenta que su perspectiva es a largo plazo: se centra en la forma en que se utilizan los recursos para aportar valor a la sociedad, lo que no se traduce en una única forma de hacer las cosas. 

En este sentido las empresas son el principal motor de transformación, puesto que serán ellas quienes lideren la transición a nuevos procesos productivos y definan gradualmente el marco social, manteniendo como guía los ODS. De hecho, en Ecoembes, ya estamos alineados con los principios de economía verde a través de nuestro modelo de gestión y buen gobierno

Lógicamente, hablamos de un proceso cuya implantación es lenta y costosa, y cuyos resultados no llegarán de forma inmediata, pero que se traducirá en producción sostenible y uso eficiente de los recursos. 

La gran ventaja es que la economía verde es también una fuente de oportunidades: el punto de partida para el crecimiento económico en este modelo es la innovación y según un informe realizado por McKinsey, las oportunidades de negocio derivadas de la economía verde podrían generar entre 9 y 12 billones de dólares en nuevos ingresos para 2030 en sectores relacionados con el transporte, la energía y el hidrógeno. Tal como plantea la OCDE, la transición a una economía verde no afectará a todos los sectores del mismo modo, pero sin lugar a dudas, serán las empresas que utilicen los recursos de forma más eficiente las que logren tener una ventaja competitiva en el nuevo contexto económico.

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