¿Qué es una empresa saludable?

Una empresa saludable es aquella que, de forma activa, se encarga de gestionar la salud de los trabajadores bajo un enfoque integral, es decir vela por su bienestar a todos los niveles, a través de las diferentes políticas empresariales entendiendo que este no depende sólo de las horas que pasa trabajando, sino de la calidad de vida que la conjunción vida personal-profesional, le permiten tener.

Velar por el bienestar de los trabajadores es velar por el bienestar de la empresa 

Comprender que un empleado satisfecho y feliz es un empleado productivo, que rinde y se esfuerza por sumar a los objetivos de su empresa, es la esencia de una empresa saludable.

Durante muchos años se ha entendido a los empleados como el medio por el que las empresas llegaban a alcanzar unos determinados objetivos, pero el nivel de análisis que se ha alcanzado a día de hoy en el ámbito de recursos humanos nos permite entender que las personas es el principal activo de cualquier organización, y es esencial cuidarlo. 

La empresa saludable entiende que la salud de una persona no solo se refiere a su bienestar físico, sino que contempla su bienestar psicológico, el clima laboral, sus hábitos dentro y fuera del trabajo… 

Es por ello que la empresa saludable toma como estrategia la promoción activa del bienestar de sus trabajadores, lo que implica la puesta en marcha de estrategias que ponen al empleado en el centro de la empresa. 

En Ecoembes, entendemos que la empresa sólo puede ser saludable, por ello nuestra política de Personas se mantiene en constante renovación y mejora, introduciendo iniciativas innovadoras que permitan mejorar la calidad de vida de los miembros de nuestra organización. 

Ámbitos en los que interviene la empresa saludable 

Los principales motivos de baja laboral son las enfermedades musculoesqueléticas (lumbalgias, tendinitis, síndrome del túnel carpiano…) y el estrés. De hecho, este último es responsable de una de cada cuatro bajas en nuestro país (se trata de un problema que, según datos del INE afecta al 59% de la población activa), y puede tener múltiples detonantes: sobrecarga de trabajo, mal clima laboral, falta de motivación… 

Teniendo en cuenta que a esto se suman otros problemas físicos y psicológicos, nos encontramos con que la única fórmula de prevención es la salud laboral, que en el caso de una empresa saludable significa intervenir en los siguientes ámbitos:

• Ambiente físico del trabajo. Implica evitar que el trabajo pueda causar algún daño en el trabajador, por lo que abarca la prevención de riesgos laborales y la ergonomía, que permite adaptar el puesto a las características físicas de la persona que lo ocupa.
• Recursos de salud. Interviene sobre una amplia variedad de aspectos que pueden influir en la salud de los trabajadores: aspectos relativos a actividad física, alimentación saludable, bienestar emocional. La empresa saludable proporcionará las herramientas necesarias para mejorar el bienestar y calidad de vida de los trabajadores.
• Entorno psicosocial en el trabajo. Se refiere a los factores que determinan la situación laboral de cada empleado y están directamente relacionados con la organización, el contenido del trabajo, la realización de la tarea y el ambiente laboral. Para lograr el bienestar en este sentido es necesario implantar herramientas y recursos y adaptar la organización de modo que se favorezca el bienestar físico y psicosocial de los trabajadores.
• Participación en la comunidad. Impacto de la empresa en la sociedad. La empresa entiende su papel en la sociedad, por lo que realiza acciones específicas para contribuir al bienestar de las familias de sus trabajadores y de las comunidades en las que está implantada.

Para lograr todo esto es imprescindible el compromiso de los líderes y de los miembros de la organización.

En España, desde 2013, el INNST promueve la aplicación de este modelo a través del proyecto “Empresas Saludables”. A través de esta fórmula es posible aumentar la productividad empresarial, mejorar el clima laboral, la motivación y la participación, reducir la accidentabilidad y las enfermedades, y aumentar la retención de talento.

Las empresas implicadas, además, han identificado un claro retorno de la inversión, al mismo tiempo que han visto disminuidos los costes sociales, sanitarios, de seguridad social y de seguros, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de las personas que componen la organización.