La transformación digital, aliada de la sostenibilidad
La transformación digital de las empresas ha dejado de ser una opción. El camino ya era imparable antes de 2020, y la pandemia mundial ha acelerado la digitalización en todo tipo de compañías, desde las multinacionales con miles de empleados a pymes locales. No se trata de una solución temporal, ni de algo que solo afecta a negocios digitales, sino de un cambio de planteamiento sin vuelta atrás. Tampoco se limita a incorporar un par de nuevas tecnologías a cada negocio, sino de una revolución en la manera de funcionar a todos los niveles.
Y los resultados son múltiples: en productividad y competitividad, desde luego, por no hablar de su impacto en el cambio climático. La transformación digital y la sostenibilidad deben ir de la mano.
Cambio de mentalidad para adaptarse a la digitalización sostenible
El objetivo del proceso de transformación digital de las empresas no radica en ser más digitales o en implementar un departamento de marketing digital, sin más, sino en buscar la manera más adecuada en cada caso para que la tecnología permita transformar en digital todas las áreas de un negocio. Implica un cambio cultural en la manera de hacer las cosas, una revolución cultural en el ámbito empresarial. Afecta, de hecho, a toda la sociedad, tal y como indica el Programa Europa Digital 2021-2027 de la Comisión Europea.
Más digital, más competitividad
En un contexto global cada vez más tecnológico, la transformación digital de las empresas es imprescindible para ganar en competitividad. Así lo afirmaba ya en 2017 un estudio del Massachussetts Institute of Technology (MIT): las empresas que mayor se adapten a la tecnología serán las más rentables y contarán con clientes más satisfechos. Y las que no, según coinciden muchos expertos, no sobrevivirán.
Ni siquiera hace falta hablar en futuro: el impacto se aprecia ya en el presente. Según un estudio reciente elaborado por Accenture, solo las empresas que están acelerando su transformación digital y sostenible saldrán fortalecidas tras la crisis de la COVID-19. En concreto, se estima que las compañías que tienen en marcha tanto nuevas prácticas digitales como sostenibles tienen casi el triple de probabilidades que las demás de salir reforzadas tras este periodo.
Optimización de los procesos empresariales, concepto clave
La adopción de nuevas tecnologías se aplica al propio funcionamiento interno de las empresas dentro de una estrategia digital, con un fin claro: optimizar todos los procesos. Para ello debe sustentarse en el trabajo en equipo y la comunicación interna, respuestas rápidas por parte de todas las partes implicadas y un buen tratamiento y análisis de los datos. Todos estos factores son los que conseguirán un entorno que potencie la innovación y proporcione la mejor experiencia de cliente.
Combinación de tecnologías
Cuando se habla de transformación digital no se hace referencia a un proceso único e igual para todas las empresas. La transformación digital requiere que cada cual analice sus necesidades y apueste por aquellas soluciones que ofrezcan mejor respuesta. Algunas de las más evidentes son la adaptación al entorno online y a las plataformas móviles, que permiten realizar el trabajo y el contacto con los clientes en cualquier momento y desde cualquier dispositivo.
En un paso ya más complejo, la automatización de procesos en las empresas, el Big Data, el machine learning, el Business Intelligence y las tecnologías digitales de inteligencia artificial permiten a las empresas con conocimientos precisos y actualizados para poder tomar las decisiones más adecuadas en cada momento en ámbitos como las ventas, el desarrollo de nuevos productos o el marketing.
Pero si hay una tecnología que sin duda se ha revelado clave en la digitalización es sin duda la migración a la nube.
La importancia de migración a la nube
No se trata ya de compartir documentos en algún repositorio al que puedan tener acceso diversas personas, sino de trabajar directamente en línea. Aplicaciones y programas dejan de estar instalados en las máquinas individuales, de manera que permiten acceder en remoto desde cualquier lugar y en cualquier momento y trabajar de manera mucho más colaborativa.
Trabajar en la nube proporciona mecanismos ágiles y seguros que mejoran resultados, pero hay que tener muy en cuenta que debe hacerse de la manera más fiable posible. Por eso, cualquier plan de transformación digital debe contar con un buen asesoramiento en ciberseguridad.
Digitalización y sostenibilidad
Son muchas las empresas que lo tienen claro: no se trata solo de costes, ingresos y productividad, la transformación digital debe ir a de la mano, además, de la sostenibilidad. La tecnología permite crear procesos más eficientes y respetuosos que no solo consiguen mejores resultados de negocio, sino también medioambientales.
El uso de la nube, por ejemplo, debe tener en cuenta las emisiones de carbono que comporta, y cómo reducirlas. Mejorar el índice de uso de los servidores, o escoger energías no contaminantes y opciones de mayor eficiencia energética en las infraestructuras, por ejemplo, pueden suponer una aportación importante. Existen proveedores de nube que potencian precisamente estos factores para que todo tipo de empresas puedan reducir sus emisiones.
De hecho, según el estudio de Accenture, la migración a la nube puede llegar a suponer hasta un 65% de reducción de consumo energético y de un 84% de emisiones de carbono. Y con aplicaciones sostenibles esta reducción puede llegar hasta el 98%.
El Internet de las Cosas (IoT en sus siglas en inglés), por su parte, permite que las empresas puedan tomar decisiones mucho mejor informadas en cuanto al uso de la energía que realizan en cada una de sus tareas, y mejorar su eficiencia. La digitalización permite también optimizar todo tipo de recursos y crear cadenas de suministros sostenibles en empresas de todos los sectores así como cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.