Gestión del talento sénior
Los trabajadores seniors, esto es, de más de 55 años, suponían en 2017 en España el 14,17% del total de la población activa española, según el informe ‘Los trabajadores séniors en las empresas europeas’ que asegura que su peso va a aumentar de manera considerable en la economía española de aquí a 2027.
Este estudio llama la atención sobre la cultura de la salida temprana del trabajo por edad en el mercado laboral español frente a otros países: en Alemania, Finlandia y Suecia este perfil profesional en 2017 suponía más del 20%. Lo que algunos ven como un gasto en forma de pensiones, costes sanitarios, etc., otros lo ven como una oportunidad para nutrir al mercado de experiencia y conocimientos. Es el talento sénior. Además, en un mercado laboral con menos jóvenes cada vez, su trabajo va a resultar imprescindible en un futuro, señala el documento.
Cada vez mas empresas ven la importancia en la gestión del talento sénior
Paulatinamente, esta tendencia también se está incorporando en España. No sólo se está retrasando la edad de jubilación sino que cada vez son más las empresas que buscan retener o atraer este tipo de perfil profesional.
Además, como de manifiesto el informe ‘Human Smart Working’ el colectivo de entre 50 y 65 años parece haber asumido mejor el nuevo contexto creado en las organizaciones con la aparición de la COVID-19 quizás por haber desarrollado más capacidad de resiliencia y adaptación a lo largo de sus vidas debido a afrontar diferentes crisis y cambios.
En cualquier caso, será necesario también poner en marcha para este tipo de perfiles procesos de ‘reskilling’ o reciclaje laboral, por ejemplo, en habilidades digitales, ya que es muy probable que vayan a necesitar una capacitación adicional en tecnología.
Asimismo, para los de las generaciones más tempranas será necesaria también un cambio en la concepción del liderazgo y de recapacitación de habilidades directivas tradicionales con nuevos programas de formación de directivos para que se adapten a los actuales modelos de organización, más innovadores y basados en la flexibilidad, la creatividad, la autonomía y la confianza.
Desde el área de recursos humanos es vital que se trabaje un entorno laboral inclusivo en el que se aprovechen sus competencias, pero en el que al mismo tiempo se puedan trabajar algunas áreas nuevas en las que pueda mejorar.
Todo ello hará que el talento sénior transfiera serenidad, agilidad y capacidad de adaptación a los equipos en momentos de incertidumbre y desempeñen un papel esencial como asesores.